Ilustración por: Fernando Emilio Saavedra Palma.
RELATOS EN LA COLONIA DEL VALLE (1) MÉXICO, D.F.
(CIUDAD DE MÉXICO)
Autor: Fernando
Emilio Saavedra Palma.
Para: La
Colonia del Valle en la Ciudad de México.
Hace
algunos años, un 28 de noviembre de 1968 Guillermina Palma Baca nuestra madre murió.
Nos encontrábamos en la agencia funeraria de Gayosso; Felix Cuevas en la capilla
7, velando a nuestra mamá. Yo tenía 8, la Bola 17, Nanis 19 y Willy 22. Era difícil
de creerlo ahí estaba muerta a unos cuantos pasos de nosotros. La observé y le
hablé bajito casi en silencio comentándole mis secretos infantiles. A solo 24
horas de su partida ya la extrañaba, fue impactante verla en el ataúd color gris
con un Cristo al centro y su ropa inconfundible que hasta hoy recuerdo. Su
rostro blanco, pálido parecía dormir. Pasaron los minutos, las horas y los
cuatro hermanos nos metimos a un privado, ahí nos desbordamos en llanto
incontrolable, brotaron nuestros sentimientos, nos mirábamos con una impotencia
que hasta hoy en día cada uno la siente por su partida. Ella tan solo tenía 43
años, unos a otros nos mirábamos sin saber que decirnos y seguíamos llorando.
Ese fue nuestro último abrazo cerca de nuestra madre. Posteriormente cada quien buscaría sus propios
intereses en la vida que fueron aflorando en cuatro individualidades. Un par de
días atrás (todavía me recuerdo de niño), me escondía debajo de su escritorio y
la Mona mi mamá escribía y escribía, leía
y leía, bueno pensándolo bien a estas alturas tal vez si ella hubiera vivido
otro destino seria el mío y, no me encontraría sumergido en este mundo de la literatura
en el año 2017.
La
agencia Funeral Gayosso Félix Cuevas da un servicio excelente. Con todos estos
años de existencia, viviendo en la colonia Del Valle la tuve que frecuentar por
la partida de amigos, familiares, conocidos y en algunas ocasiones sin motivo
alguno entré a la cafetería a consumir como restaurante o tomar un café y
escribir poesía. Es un espacio donde se olfatea la muerte, se siente el dolor
de muchas personas y entre la poesía, las capillas, el luto en la ropa, negro, negrísimo
el llanto a distancia me concientiza de lo efímero que somos y me motivaba a
escribir sobre cualquier otro tema también.
En
1972 entré a estudiar un año a la Escuela Mexicana Americana ubicada en
Gabriel Mancera. Recuerdo perfectamente que nuestro padre responsabilizó a mi
hermano el “Willy” a que me pagara la escuela. En ese entonces el trabajo de
nuestro padre era una Dirección en la Secretaria de Recursos Hidráulicos que
estaba en el centro de la Ciudad de México, arriba del hoy metro Juárez. Siguen
las oficinas pero ahora son del Metro. Mi hermano entró a trabajar ahí y
terminó su tesis en el Instituto Politécnico Nacional, esa idea de nuestro
padre fue un código especial entre los
varones de la familia.
La
Colonia del Valle está plagada de escuelas particulares con prestigio y
oficiales también; por ejemplo el CUM (Centro Universitario México), el
Moderno, Luz Brigas, Hellen Keller, Nuevo Continente y en la misma esquina el Colegio
de Bachilleres Plantel 20. Hoy algunos de estos colegios han desaparecido pero
las instalaciones se usan para otros planteles educativos. La colonia ha tenido
una urbanización progresiva en edificios y una economía positiva en lo social y
educativo, en esas aulas han estudiado una gran cantidad de personalidades en
todos los ámbitos sociales. Durante un año pasé a diario por Gayosso de los 12
a los 13 años debido a que tomaba el camión o simplemente caminaba cuando tenía
ganas. Todo un año diariamente me venía al pensamiento el recuerdo de mi madre,
que sin darme cuenta iba cicatrizando el dolor, entré a un estado de conciencia
de un pequeño adolescente. A diario me bajaba del camión en Ángel Urraza, hoy
el eje 6 y en la esquina actualmente está un OXXO, en esos años era la tienda
de Doña Lucha y en ese edificio vivieron muchos de los vecinos de entonces:
Francisco y Carlos Bardasano Montaño de mi generación, pero falta Juan, Andrés
y Enrique mayores que yo, de hecho recuerdo que Andrés falleció buceando y fue
toda una tragedia. Los Lobato Lara: el Memo (Sandion), Mario, Jaime, el Güero,
Lili. Luego Manolo Jardón y su hermano Ángel el mayor es amigo de mi hermano
Willy que llegaba en un Dinalpin guinda hermoso automóvil.
En
ese edificio en la parte comercial existió una carpintería de Esteban Calvillo
carpintero que gustaba de tocar la guitarra y cantar, por cierto recuerdo que un
tiempo vivió un guionista del programa Chiquilladas de Televisa conocido como
el Pollo y ahí a unas cuadras entre Nicolás San Juan y San Borja vivió la niña
lucerito hoy la imponente Lucero. En contra esquina de Doña Lucha vivían los
Alonso Ripoll: Rafael, Pablo, Anaís, Manolo, y Nico el hermano mayor se casó
con la chica de la “Farmacia Chely” y en el lado de la farmacia en la primer
casa vivían Nora y Edna Hackman y su hermano el hoy mago Hackman. Los Rodríguez Garza Álvaro: Pancho, Marco Antonio,
Gustavo, Laura, Rocío, la Yoyis. Los Zamora: Andrés, Pancho y Marcia. Pepe
Peñaloza. Los Recinas Rangel: Pancho, Ignacio, Tere, Leticia. Los Góngora: Carlitos
y Rocío. Todos los varones no importando las generaciones nos poníamos a jugar
futbol soccer o tochito cuando era temporada.
El
futbol soccer se jugaba a veces en la madrugada a las 2 o 3 de la mañana, al
lado de las oficinas entonces del PAN (Partido de Acción Nacional) que estaban
en Ángel Urraza 812 esquina López
Cotilla. Por esos años era una cerrada, en los años 70 la Colonia del Valle estaba
plagada de artistas de todos los géneros: científicos, deportistas, políticos,
escritores y personajes de lo más interesante que uno pueda esperarse.
LA MUERTE EN UN SUSPIRO
Autor: Fernando Emilio Saavedra Palma.
Para: Los que han partido.
Llegué
a Gayosso de ocho años un niño
lloré
y lloré y no supe nunca que pasó
la
angustia ansiedad fue un todo
un
gigantesco todo en un pequeño.
Con
los años supe que fue la muerte en un suspiro
y
no sé si suspirando se fue mejorando mi llanto
más
la vida efímera se va en un recuerdo dolido
se
va en una vida amada suspiro tras suspiro.
La
agencia funeral Gayosso
es
la muerte en un suspiro
suspirándonos
unos a otros en todo
levanto
mi taza de café y suspiro el luto.
La
muerte es un suspiro
la
vida es un suspiro
la
respiración es un suspiro
y
hoy te amo suspiro tras suspiro.