ILUSTRACIÓN ELABORADA POR:
Fernando Emilio Saavedra Palma.
¿Es el ajedrez una
formidable pérdida de tiempo?
Por: Ricardo Cayuela Gally.
EN LA REVISTA DE LA BIBLIOTECA
DE MÉXICO
NÚMERO 45 MAYO-AGOSTO 1998.
Compilación por:
Fernando Emilio Saavedra
Palma.
Director fundador: Jaime
García Terrés
Director: Eduardo
Lizalde
Editor: Jaime
Moreno Villareal
Editor Asociado: Rafael
Vargas
Secretario de Redacción: Mauricio
Montiel F.
Consejo de Redacción: Fernando
Álvarez, Sergio González Rodríguez, Héctor Perea, Manuel
Porras, Antonio Saborit, Guillermo Sheridan, Juan Villoro.
Coordinación Administrativa: Carlos
Mancera
FOTOGRAFÍA TOMADA POR: Fernando Emilio Saavedra Palma.
REVISTA DE LA BIBLIOTECA DE
MÉXICO
NÚMERO 45
Diseño: Germán
Montalvo y María Artigas.
Ricardo Cayuela (Ciudad de
México, 1968) se licenció en Letras Hispánicas por la UNAM y ha sido redactor
de Viceversa y de la Jornada Semanal. Autor de artículos y crónicas, está por publicar un libro
de entrevistas a personalidades de la cultura nacional e internacional.
Actualmente se desempeña como coordinador editorial en Editorial Clío.
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a Juan
Carlos González Zamora,
MI
y paciente instructor
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ACTUALMENTE
El GM Juan Carlos González
Zamora.
FRAGMENTOS:
¿Es el ajedrez una formidable
pérdida de tiempo?
Sí
y no. Sí, porque para dominarlo relativamente bien se requiere una vida de
estudio y entrega absolutas, iniciación temprana y talento natural. Aún así,
¿valdría la pena reducir la existencia a 64 escaques (32 negros, 32 blancos) y
ningún clavel?
Como
atestigua perfectamente Vladimir Nabokov en su novela La Defensa, la locura del
ajedrecista de tiempo completo convierte el piso cuadriculado de un hospital en
un tablero por dónde deambulan sin lógica peones y enfermeras que comen al paso
y hace del movimiento de un mesero en una cafetería, el desplazamiento
incoherente de un caballo en el flanco de dama. Soñar alfiles y vivir dentro de
una torre de marfil, prisionero de tu propio enroque largo: eso puede ser una
vida dedicada al ajedrez. La mente, propensa a las adicciones por naturaleza,
sólo trabaja para imaginar jugadas en función de un tablero imaginario y todo
alrededor se desmorona: los amigos, la familia, la pareja. Vaya en descargo de
este juego milenario…
…El
ajedrez es el único juego que comparte con el arte la capacidad de crear
belleza. La estética del juego lo salva del hastío y la monomanía, porque donde
hay belleza hay perdón y el mundo está a salvo. Jugar ajedrez puede ser, como
tocar el violín o esculpir en barro, una forma artística. Todas las horas
delante del tablero (en torneos, por ejemplo, dos horas para las primeras
cuarenta jugadas y una hora adicional para el resto de la partida) se
justifican delante de un hermoso sacrificio de dama para hacer jaque mate o de
una bella combinación de seis movimientos que conduce irremediablemente a la
derrota del contrincante.
El
problema es que la belleza del ajedrez sólo puede ser inteligida por los
practicantes del juego, y, por lo tanto resulta incompartible e incomunicable,
salvo por los entendidos…
…la
sádica aventura de dejar zugzwang a un contrario…
…La
filosofía del tocador…
…sólo
entonces uno descubre que el titulo del texto es simple retórica y que la pregunta
se contesta sola: No.
FOTOGRAFÍA TOMADA POR: Fernando Emilio Saavedra Palma.
Ilustración de la REVISTA # 45
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Ricardo Cayuela Gally (Ciudad de México, 7 de febrero de 1969) es un escritor,
editor y ensayista. Es
jefe de redacción de la revista Letras
Libres en sus dos ediciones, mexicana y española, publicación en la que
trabaja desde su fundación, en 1999.
Hijo y nieto de exiliados republicanos españoles
en México, es egresado del
Instituto Luis Vives, donde
cursó primaria, secundaria y bachillerato. Estudió la carrera de Lengua y
Literatura Hispánicas en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, de la
que se graduó con mención honorífica. Fue becario del Instituto de
Investigaciones Filológicas de la
UNAM y del "Salvador Novo" de Poesía del Centro Mexicano
de Escritores en 1990-1991. Es doctorando de la
Universidad Complutense de Madrid.
Jefe de redacción de la revista bimestral Milenio
durante 1992, fundó junto con Eduardo Vázquez Martín y Fernando Fernández la
revista mensual Viceversa, en noviembre de 1992, donde trabajó hasta julio de
1993. De agosto a diciembre de ese mismo año residió en Barcelona. En 1994,
Juan Villoro lo llamó a su cargo para ser jefe de redacción de la nueva etapa
de La Jornada Semanal, suplemento cultural del diario mexicano La Jornada. En
1998 entró a trabajar a Editorial Clío, donde editó, entre otros títulos, los
libros "La ciudad y sus lagos", de Teodoro González de León,
Alejandro Rosas, Alberto Calach y Gabriel Quadri de la Torre, y "Los
barcelonettes en México", de varios autores, y la serie "Los
sexenios" (libros facsimilares sobre los presidentes de la República,
desde Lázaro Cárdenas hasta Carlos Salinas de Gortari), de Enrique Krauze.
En enero de 1999 Enrique Krauze funda Letras
Libres y lo invita a ser jefe de redacción desde su número 1. En octubre de
2001, encabezó como director editorial la edición española de Letras Libres,
puesto que ocupará durante cinco años, hasta junio de 2006. Desde esa fecha
hasta la actualidad, es jefe de redacción de Letras Libres México y redactor
jefe de Letras Libres España.
Ha sido colaborador del suplemento Sábado del
diario Unomásuno, del suplemento cultural del Novedades, de la sección de
cultura de El Economista, de El Ángel del Reforma y de la revista Día Siete del
diario El Universal, además de las revistas Nexos, Revista de la Universidad de
México, El Laberinto Urbano, La Gaceta del FCE, El Huevo y Biblioteca de México,
Semana (Colombia), Etiqueta Negra (Perú) y Quórum (España).
Ha dictado cursos y conferencias en La Casa del
Libro de la UNAM, Casa de América de Madrid, la Universidad de los Andes de
Mérida (Venezuela), la Universidad Diego Portales de Santiago de Chile, la
Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano de Cartagena de Indias (Colombia), la
Universidad Autónoma de Madrid, entre otras.
