ILUSTRACIÓN POR: Fernando Emilio Saavedra Palma.
“POESÍA INDIGENTE EN MÉXICO
LOS 70´S”
NOVELA POLÍTICO POLICIACA XXI.
“EL BABY BOCADO” Y “FITO
PÉREZ”
Autor: Fernando Emilio Saavedra Palma.
Era
temprano, amanecía en la Ciudad de México; lentamente la recorro en mi maquina
el Mustang anaranjado, “alma de mi alma” ¿Cuántas damas han subido a él? Por
él, no por mis ojos azules, los ojos son como un valor agregado cuando me ven y
las féminas desean tener algún hijo, pues para mejorar la familia, ahí no más
les digo. Realmente ya no me acuerdo, eso de ser el nuevo comandante “Baby
Bocado” es todo un mundo de satisfacciones. Más nunca podré olvidar mi infancia
de callejeador, todo un reto a mis recuerdos. Tenía diez años cuando me topaba
con poetas en los cafés del centro de la mera capirucha; “la bella
Chilangolandia”, tan solo pasaba por sus mesas para recibir algunas novedad por
contarles un buen chiste, algún cuento corto improvisado o venderles un poema
de mano en mano, y cuando salía del café por las calles conocí a muchos
indigentes de lejos y uno de ellos era especialista en escribir sobre ellos, así
recuerdo el siguiente poema de la calle.
INDIGENCIA INDIGENTE PRESENTE
POR
LOS SIGLOS DE LOS SIGLOS
Color índigo
de gente
sin sentido aparente
Almas olvidadas
en frecuencias
no pensadas
Densas
sin fin
tremendas almas trenzadas
En donde gira la Tierra
en función de su sistema
ahí la indigencia se habita y cohabita
Y el Cosmos
levita indigente
en su cita espiral impensable
¡Sí! indigente mentalmente he vivido
en los múltiples
presentes cotidianos
Pensamientos vivos por los siglos de los siglos
indigencia indigente presente
indigente vivo pensando en indigencia vivida pensada
El juego presente del sin fin
en los cosmos aparentemente sin verse
son cosmogonía infinita de hipersensibilidad donde se siente
Cada indigente viviente
que es nota disonante discordante
de la electrizante humanidad
Vela siempre de cera la humanidad será
mar abismo de miedos miedosos insignificantes
inteligencia indigencia pila atómica universal
Indigencia indigente presente
por los siglos
de los siglos
Color índigo
luz espectro
arco iris en sombra indigencia sin fin
Color índigo
de gente
sin sentido aparente.
Entre todos los poetas uno jugaba
ajedrez y con él me entretenía jugando en cualquier café, sin embargo el
ajedrez era más importante para mí, que
la poesía, la poesía era simplemente por esos días un mundo incomprensible que llegaría
con los años a poder tocarlo con el intelecto. Por esos días a la poesía solamente
la vendía por las calles de mesa en mesa, de cafés cantinas restaurantes o
simplemente por la calle, 25, 35,50 centavos o hasta un peso con algún conocedor
o alguien que le gustaba lo que oía, pero el ajedrez la mayoría de la gente no
lo jugaba era una lástima por esos años para mí.
EL BADAJOZ
El Badajoz
pelón grotesco
mañoso alburero ronco
gallo de los toques eléctricos
La ciudad
no tenía fronteras
para él, lo mismo el centro
que cualquier calle su negocio
En varias cantinas
no lo dejaban entrar
por su vasta reputación
al gallo de los toques eléctricos
Los parques
eran sus recamaras
su cocina
sus terrazas
Ahí era el club
entre la comunidad
del fútbol, basquetbol
base bol y la rayuela
Y en el centro de la ciudad de México
por la noche
era un ecléctico de la calle
buscando solo ser
Los señores
del gran basurero
lo miraban de lejos
Los señores
grandes de la calle
lo miraban de lejos
Los señores
de la sociedad
lo miraban de lejos
Muy lejos
muy lejos
todos muy lejos
Y cuando llovía
se bañaba
con su traje negro puesto
Almidonado de grasa y aceite
Y luego él perfumándose
con las flores y pinos de los parques
Esencia indigente
se hacía presente por siempre
el Badajoz en todas las calles…
…a finales de los 80´s en mi Mustang
anaranjado viajando por la carretera de Cuernavaca recuerdo cuando llegaba
caminando en 1975 por la noche y me quedaba contemplando desde lejos el Mirador…
EL MIRADOR
Miro lo mirado
por todos y levanto
las miradas del dolor
Desquiciadas
inquisidoras
a la vista del color
La humanidad
cierra sus ojos
para siempre
Lo mirado pasó
la mirada vendrá
lo miro, la miro es el hoy
De tanto mirar lo mirado
de tanto llanto mar lo mirado
la vida se nos fue mirando en el mirador.
Las calles, sí, las calles de todas
las grandes ciudades hablan con los cuerpos humanos que se estremecen con
movimiento únicos como piezas de ajedrez en un tablero gigantesco llamado
tierra.
Las calles de la Ciudad de los
Palacios de los años 70´s ya no existen, son otras con sus gentes en el olvido,
en esa época la Merced era la Merced y nacía en la radio José José, Juan
Gabriel o Roberto Jordán, el metro olía a coche nuevo de agencia, y por las
calles habitaban indigentes espirituflauticos o sea flaquísimos, se les notaban
las costillas, sus pantalones se amarraban con un sencillo mecate de tlapalería,
los zapatos eran enormes y ellos por las banquetas chancleaban. Como olvidarme de
Tepito el barrio más barrio de la
capirucha, eran los estrellas del comercio nadie como ellos, ahora en mi vejez
viruela, se que todos los viejos han muerto, todo se acabó y las familias de
Tepito han emigrado a otras franjas urbanas de la ciudad. Ahora el barrio
pertenece a otros, los otros, de los otros intereses, en fin, el esqueleto del
Defectuosos ha cambiado en todo pero en mi memoria están ellos los indigentes
olvidados.
E S T E E N T E
Este ente
entre la espada
y la pared se ve
En la noche pasé
con el peso de los trece años de vida
y en la Ciudad de México lo miré
Entre las paredes del olvido
del adolescente
hambriento
Entre gatos vividores en las alturas
entre perros revoltosos de basuras
entre las ratas guerrilleras de albañales
Aprendí a callar
reprendí el dolor callado
viví un mundo de duelos
Entre entes
usando la luz oscura
con brillo que silencia el alma
Entre entes
se descubre
que la nada no importa porque todo es la nada
Entre entes
el protocolo de vida
es impensable incuestionable
Entre entes
el peor demente o el menor demente
vive en libertad total demencial
Sin fronteras
sin creer en nada
sin comer casi nada
Sobran inhalantes
sobran drogas
sobran botellas baratas de alcohol
Sobran discapacidades en variedades
sobran heridas en los cuerpos
sobran impensables dolores en el alma
Son los quietos entes olvidados
son los quietos dramaturgos de la realidad
son los quietos muertos vivientes caminantes
Con su presencia aniquilan la modernidad
con su presencia desquician a quien los mira
con su presencia descubren la humanidad
Entre entes
me pongo los lentes
con los vivientes
Deambulan deambulando
por el mundo
seguros de su Universo en silencio.
…continuará…