“POESÍA MUNDO POLICIACO”
NOVELA POLÍTICO POLICIACA XX.
“EL BABY BOCADO” Y “FITO
PÉREZ”
Autor: Fernando Emilio Saavedra Palma.
Cuando
uno decide ser policía, después de una comisión donde se ve la muerte y la vida,
sin saber, es como si juegas a la ruleta rusa o como la humanidad viaja al azar
en el universo, solo un milagro me hace pensar diferente. Decidir con toda claridad
que mi alma algún día morirá en esta profesión azulada de policía, es un trabajo
que está bien desacreditado en mi país, México.
La
decisión la tomé entre 1970 al 79 cuando no era conocido Juan Gabriel y
empezaba a sonar “No tengo dinero” en 1971, también se escuchaba al charro de
Huentitán Vicente Fernández con “Palabra de Rey”, las rockolas del centro de la
Ciudad de los Palacios empezaban a sonar. Por las calles se escuchaba a Pedro
Infante con “Yo soy quien soy (y no me
parezco a naiden), Javier Solís con “Silverio”, Mike Lauren con un sonido
llamado la “chunchaca” cantando Mazatlán, la siempre viva Sonia López con “El
Ladrón”, Leo Dan con “Mary es mi Amor” y el de mi preferencia; Roberto Jordán
con “Dame una señal”.
Después
de lo de Acapulco y coquetear con la muerte, resolví recoger el Marquiz del
Comandante Marrano, la suerte me llegó al heredarlo sin saber, uno en la vida nunca
sabe para quién trabaja. Tranquilamente me fui a chacharear la camioneta Dodge
para sacar algunos pesos y poder sostenerme antes de cobrar la quincena. Por la
noche me fui a la pensión, me subí al Marquiz para irme a casa de Columba que
por el momento solo la habitaba gente del servicio. Me estacione en el garaje
para irme a pensar y hacer un reporte que debía llevar a la jefatura de policía,
al igual que el auto del Comandante, para luego solicitarlo. Después de todo lo
vivido, empecé a revisar detalladamente el coche, cuando abrí la enorme cajuela
me paralicé por unos minutos, estaba llena de dólares; puros billetes de alta
denominación, y un portafolios con papeles personales del comandante. Con todo
ese dinero podía retirarme de la policía para siempre, pero no fue así, seguí
entregando mi vida a múltiples comisiones riesgosas, siempre encomendándome a
la guadalupana.
Guardé
el dinero en Cuernavaca, en una covacha única, elaborada con mucho cuidado; era
toda de cemento armado, estaba en un lugar secreto, cerca de la bomba de agua
en el jardín, imposible de encontrar.
COMISIÓN REPORTE por el oficial Baby Bocado.
El
reporte en alguna parte decía: …“el comandante se bajó de mi Galaxie 500 para
hablar con cuatro tipos que lo subieron a una camioneta blanca de carga, en ese momento me bajé para ayudarlo, de repente
no sé de donde salieron pero solo sentí que me golpearon la cabeza, me dejaron
una enorme herida sangrando, quedé inconsciente en plena carretera, se llevaron
mi automóvil y mi pistola de uso oficial”…
Pasaron
varios meses y no encontraron mi Galaxie 500, tampoco la pistola, así que
actuaron de lo más normal; le dieron carpetazo al caso. Lo curioso del suceso
es que nadie se preocupó por el comandante Marrano, parece ser que era un tipo
despiadado; estos personajes de la vida real son los que se encargan de causar miedo
a todo mundo, “por lo general no tienen amigos” y por supuesto, nadie habla de
ellos. No me costó ninguna dificultad hacerme del “Marquiz negro” y algunos de
los compañeros oficiales me dijeron: “ojalá tengas suerte y ese carro no este
maldito como su ex-dueño”, así que lo llevé a bendecir a siete iglesias de diferentes
estados del país y han sido cada una de ellas historias especiales en mi vida.
Exclusivamente lo uso cuando tenemos una urgencia y se pueda soltar una
balacera.
La
mayoría de los policías tenemos el gusto por los automóviles, motocicletas,
bicicletas y todo lo que huela a velocidad, la adrenalina es un té de sangre
que nos permite vivir y descargar todas nuestras emociones para después
convivir de lo más normal, con tranquilidad en la familia y la sociedad. Si, es
un perfil que muchos compañeros vamos
desarrollando con la experiencia en las filas policiacas, no es como en otros
países que te capacitan psicológicamente para afrontar la vida en este mundo
cultural rudo, cien por ciento mexicano.
Ciudad
de México:
Ocho
de la noche en Artículo 123 y Balderas. Caminando con don Antonio lo pongo al
tanto de todo, con lujo de detalle.
-Don
Antonio: “Ahijado no me platiques más, estoy enterado de casi todo, tengo mis
informantes, ya no te preocupes. Lo que más importa en este momento es que te
nombren comandante, creo podrías ser el más joven en la historia policíaca de
México, hay que pedirle a todos los santos y santitos que nos apoyen; a la patrona,
a los señores del dinero, a un güero y a un negro que andan pedaleando para
llegar a ser el número uno en la dirección de la jefatura”.
-Baby
Bocado: ¿Cual es la urgencia de que sea comandante, no me ha dicho usted que
todo a su tiempo?
-Don
Antonio: Como carnal predilecto del barrio, ya no necesitas meritos, es la
chuleta de la raza de muégano que somos con la familia lo que queremos, todos
te vamos a echar, apuntalar, no existe papelero de la calle que no te conozca y
tienes que ser nuestro “Robin Hood”. Si no le quieres entrar, de una vez suelta
la sopa, que ya es muy tarde pa echarse pa tras.
-Baby
Bocado: No me diga eso padrino, no soy salta pa tras, no le saco al parche y
vamos pa delante carnal.
-Antonio:
Ya no me digas “don Antonio”, ahora estamos de igual a igual ¿Está bien carnal?
En cuanto tengas la placa de comanche haremos un fiestononón, yo se que ahí te anda
buscando una changuita que quiere saltar en tu mecate, ya verás que sorpresa.
Entre
carnales nos seguiremos diciendo carnales, pero en la fiesta, ante la raza
brava, seguiré diciendo “Don Antonio”
¿Ya vas barrabas?
Baby
Bocado se metió a un café y se puso
a escribir un poema.
UN POEMA “POESÍA POLICÍA”
Autor: “Baby Bocado”
Una
comisión es la vida y la muerte de un policía
una
bala desdoblada es muerte con un tiro de gracia
una
golpiza son cicatrices por siempre en el alma
una
medalla es un reconocimiento que se olvida.
El
Baby Bocado decide ser un oficial del mundo policiaco
se
vuelve irreverente callado ante tanto pandillerismo discreto
el
tiempo lo hace comandante en silencio vivo adrenalínico
entrega
todo su andar y pensamiento único en cada caso.
…quien
sabe cuando actuamos por instinto…
…quien
sabe cuando morimos de un dolor callado…
…quien
sabe cuando dejamos a la familia sin futuro…
…quien
sabe cuando el destino nos juega rudo…
Alma
de día o noche mirando a las estrellas
respiraciones
auxiliando la vida de boca a boca
cuerpos
destrozados que uno nunca se acostumbra
inconsciencia
de accidentes inolvidables lección de vida.
La
poesía policía es un niño llorando sufriendo sin familia
la
poesía policía es cuando un secuestrado me da la mano
la
poesía policía es el compañero de comisión muerto a mi lado
la
poesía policía es un agradecimiento de una mujer maltratada.
Llegando
a casa un policía regala poesía regalando una sonrisa
jugar
con los hijos llevándolos a la escuela
amando
a la esposa por la noche en la cama
besando
a la madre y recibiendo la bendición con la guadalupana.
México
tiene su policía muy a su estilo
pienso
que en los 70´s iba evolucionando
no
fue así más con el tiempo irá cambiando
seré
un policía viejo desde ahora seré viejo.
Solo
escribo poesía sin el olvido del olvido
doy
gracias a dios que aún sigo vivo
desdibujo
imágenes fuertes sin sentido
sueño
que todo fue un sueño soñado.
Las
cicatrices se quedan vivas por todos lados
en
el alma o físicas y luego me preguntan los nietos
ellos
ríen juegan disfrutan del vivir son sin saber ajenos
son
el azar de dios son fe son algo que existe y todos vivimos.
El
dedo del cielo es magia de nuestro ser
es
un saber sin ser que se siente al ver
es
discontinuidad viva que se calma al comer
es
caja de pandora cuando se ama a una mujer.