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domingo, 1 de marzo de 2020

“LA HAMACA DE LOS SOBRINOS EMPIEZA A SER MECEDORA” Autor: Fernando Emilio Saavedra Palma. Para: Fernanda Valdespino Saavedra (Fer, mi Enana)

      ILUSTRACIÓN POR: Fernando Emilio Saavedra Palma.

“LA HAMACA DE LOS SOBRINOS EMPIEZA A SER MECEDORA”
Autor: Fernando Emilio Saavedra Palma.
Para: Fernanda Valdespino Saavedra (Fer, mi Enana)

…en cualquier lugar impensable; el cuarto, la sala, la cocina, el baño, o en el jardín platicando con las flores o simplemente dialogando con Luis Jacobo su perro pelirrojo, tal vez, él era el único que la entendía, así  hablaba como un periquito inentendible “la Fer, mi enana”era una niña…

Hermosa nuestra niña bellísima, niña hiperactiva como ninguna, esa, es mi sobrina, la primera, la más grande de mi familia, el torbellino en movimiento la enana.
Sublime sonrisa, explosivas carcajadas cuando corría y corría y nada la detenía, todo con ella era movimiento; la cargaba y la aventaba hasta que se cansaba.
La llevaba a la cama a descansar y cuando despertaba era la misma historia
ahí venía corriendo y no paraba, como me divertía mi pequeña enana.

Recuerdo que la peinaba horriblemente para llevarla al kínder y a la escuela,
las mamás la veían y reían y ella, era genial con su sonrisa yo también reía
como olvidar a la pequeña Fernanda, siempre con energía, feliz reía y reía…

La recuerdo muy pequeñita, era una bebita para la cocina y me freía unos huevos revueltos ahogados en aceite, me los comía después de limpiarlos con una servilleta y ella era la más feliz, todo lo hacía con alegría…

La recuerdo ya mayor llegando a mi casa a vivir unos días por un problema de familia y aún con todo su enojo encontraba el momento para reír, ella es una arquitecta de la sonrisa, quien la conozca sabrá de su  diseño con la risa…

La Fer sabe manejar como piloto de pruebas, es intrépida
la Fer es una encantadora hija
la Fer es una deliciosa sobrina
la Fer es una cuidadosa hermana
la Fer es una maravillosa madre
la Fer es una delicada tía
la Fer es una sutil amiga
la Fer es una risa como su abuela Mona.
Los sobrinos hace años dejaron de ser niños para empezar a ser viejos
y más la hamaca de los sobrinos empieza a ser mecedora, aquel tío Emilio de 15 años hoy le escribe  y empieza a ser un sexagenario.

Sin embargo la vida sigue rodando con millones de risas a diario y la risa inolvidable de “mi enana” la sigo escuchando como ríe ahora de señora y encontrando un momento apropiado para soltar esas benditas carcajadas que son pura vida.