RELATOS EN LA COLONIA DEL VALLE (9)
MÉXICO, D.F.
LA GENÉTICA CANTA LOLITA CORTÉS Y
ALGUNAS CALLES DEL RECUERDO EN LA CIUDAD DE MÉXICO.
Autor: Fernando
Emilio Saavedra Palma.
Para: Lolita
Cortés.
En
la calle de Gabriel Mancera entre el hoy Eje 6, antes Ángel Urraza y Matías
Romero existen casas y edificios con gran cantidad de historias, una de ellas
fue la mía en la adolescencia. Mientras estudiaba la preparatoria en el
Instituto Centro Unión a finales de los setentas, vivía en el edificio 1040 al lado del actual Colegio Nuevo Continente y
en seguida en el número 1056 vivía la familia Vite Alarcón.
El destino me llevó con esta bella familia que me acogió e hice amistad con
muchos de ellos por ejemplo: Metodio (Payo, q.e.p.d.), lo recuerdo en Acapulco
Guerrero cantando, a Guillermo (Memo), el odontólogo escuchando música de Karol
King o jugando basquetbol, a Carlos saltándonos la barda del I.C.U. y por
consecuencia nos llevaban a la oficina del maestro Guillermo Topete Altamirano
(q.e.p.d.). A Eduardo, enorme amigo de
fiestas y tantos desvelos, a Gustavo que juntos llevamos serenata a Lupita (hoy
su esposa), en la colonia Portales corriendo riesgos por el amor, Gustavo fue
mi gran pareja de dominó jugando contra Pascual Lammoglia Lemini y Francisco
Narváez Juárez en el Instituto Latino de México, a mi hermanito Francisco Ernesto
(Pancho), mi querido compadre, a Joaquín quien colaboró conmigo en Pachuca, sin
olvidarme de las mujeres, a ellas todo mi respeto: Rosaura, Laura, Pava, Paty y
Alma. Con las hermanas mayores solamente me dio tiempo de convivir por minutos
en alguna reunión familiar. Por último no podría nunca jamás olvidar a Don
Metodio Nicolás Vite Cobos y Doña Taide Alarcón de Vite (en paz descansen ambos).
Recuerdo cuando me invitaron a sus bodas de Diamante y ofició la misa quien
fuera Cardenal Arzobispo Primado de México “Ernesto Corripio Ahumada” (q.e.p.d.),
todo un acontecimiento familiar. También en algunas ocasiones escuché el enorme
repertorio musical en el piano donde Doña Taide tenía preferencia por muchas
canciones de Agustín Lara, ella era una verdadera dama de las de antes, que nos
hacia gozar de vez en vez con su música y su encantadora familia.
Artistas
en la Colonia del Valle siempre han existido con fama y totalmente desconocidos.
En el edificio donde viví tenía de vecina a Dolores Jiménez y a su hija, que
por esos años era una bella niña y que el futuro nos prepararía una mágica artista.
En ese tiempo conocí quien era el dueto de “Lena y Lola”, Esteban Calvillo carpintero
y cantante aficionado era admirador de ellas; tenía su carpintería en la
esquina de Gabriel Mancera y eje 6 donde
hoy está un OXXO. Tuve la oportunidad de conocer a un trovador llamado “Agustín”
que tocaba en las noches en el restaurante de “Viola” frente a la Secundaria 38
en Avenida Coyoacán, al paso de los años supe que era hermano de estas dos
grandes cantantes, o cruzar una recomendación para un boleto de apuesta en el Hipódromo
de las Américas con Ricardo Cortés padre del talento femenino. La genética del
cantar está en la sangre y en muchos casos se hereda, también en la tienda del
CUCO (q.e.p.d.),en Matías Romero entre López Cotilla y Gabriel Mancera me tocó
saludar a José Alfredo Jiménez Junior quien tenía un estudio de grabación, hijo
del gran José Alfredo Jiménez, enorme compositor de música ranchera de México
para el mundo. Al paso de muchos años
María Concepción Véjar saludaba constantemente a la artista Lolita Cortés en el
Cibercafé que está en Amores y el eje 5; en ese avatar de tiempo en mi
pensamiento le comenté a María Concepción que conocí a Agustín tío de Lolita,
que cuando le tocara verla me mandara a saludar a su tío, así lo hizo y Lolita
Cortés lo hizo de buena gana, María Concepción al verme simplemente me sonrió. Por esos años vivíamos en el edificio 1164 de
Gabriel Mancera, a cuanta gente conoce uno en esta Colonia del Valle.
-María
Concepción: “Sabes, platiqué con Lolita Cortés su pequeña hija estaba sentada
frente a nosotras en una computadora. Conversábamos y de pronto Lolita observa
a su hija y, nota que está sentada en una mala posición, le pasa el dedo por la
espalda de una manera imperceptible y la reacción de su hija fue de inmediato
corregir su postura”. ¡Qué tal! ¿Qué me dices de esa disciplina de artista?
A
María Concepción le sonreí y le platiqué esta historia de muchos años atrás de Lolita
Cortés con mis recuerdos, una bella artista de talla internacional en el teatro
musical y demás, viéndola desde niña de lejos y crecer en la Colonia del Valle.
GENETICA DEL ARTISTA EN LA COLONIA DEL
VALLE.
Autor: Fernando Emilio Saavedra Palma.
Para: Lolita Cortés.
La
genética cosmovisión del artista en nuestro mundo
lo
genético invoca a los artistas otorgándoles talento
los
estudios con disciplina elaboran el monumento
las
artes viven por siempre en el eterno sentimiento.
La
genética entra José Alfredo
viaja
por Lena y Lola en el tiempo
fluye
con Ricardo Cortés al talento
la
familia lo tiene el tío o el primo.
Genética
al infinito universo humano
el
mundo paralelo del artista vivísimo
es
la forma cultural viva de un legado
al
rostro del blanco y negro sin rostro.
Lolita
Cortés canta es puro sonido en movimiento
su
bella hija genética viva tal vez busque lo genético
y
el rostro sin tiempo enamora a todo lo divino
así
crece el talento propio de cada artista vivo.
El Horizonte
Dolores Vanessa Cortés Jiménez
(Ciudad de México, 23 de octubre de 1970)