FERNANDO EMILIO SAAVEDRA PALMA
Entrevista hecha por: Juan Cervera Sanchís.
del libro inédito Ajedrez Pasión y Misterio.
Maestro de ajedrez y sobre todo un apasionado del juego, por momentos filósofo, Fernando Emilio de Palma y Saavedra podría pasarse no una sino mil vidas que tuviera hablando de ajedrez. Es autor de textos como Cuaderno de trabajo de Ajedrez, para niños y por supuesto válido para adultos, así como de Combinaciones, verdaderas estampas poéticas que publica con su verdadero nombre, es decir, sin el acostumbrado seudónimo de “El Peón Aislado” con el que ha colaborado en diferentes diarios y revistas con temas ajedrecísticos. Tiene una novela inédita de más de cuatrocientas paginas titulada El portentoso viaje de un ajedrecista donde juega con tiempos y espacios, ideas matemáticas y emociones poéticas sutilísimas. El ajedrez lo es todo para De Palma y Saavedra, por lo que conversar con él sobre el tema es un desafío paradójicamente estremecedor, donde surgen inconmensurables variantes al aire del fulgurante e insólito jaque mate de la inteligencia.
-Comencé a jugar al ajedrez a los 8 años de edad y desde entonces el ajedrez ha alimentado mi vida. No vivo del ajedrez vivo para el ajedrez.
-¿Cuéntanos de lo que sucederá, en relación con el ajedrez próximamente en el Hipódromo de las Américas?
-Vamos a estar ahí el fin de semana, se jugarán unas simultaneas y tendremos una danza ajedrecística con una bailarina norteamericana. Todo un acontecimiento en donde reinará la sabiduría del Maestro Internacional Guil Russek. Por nuestra parte, junto con Marcela Chávez García, contaremos Cuenta el cuento del ajedrez y daremos un taller.
Nuestro propósito es interesar a las nuevas generaciones en este juego.
-¿Podrías, en síntesis, contarnos la historia del ajedrez en México?
-El juego de ajedrez llegó, sin duda, a estas tierras con don Hernán Cortés. Los primeros jugadores fueron los soldados y los clérigos. Durante la época virreinal se jugaba en las sacristías y los cuarteles. No hay, sin embargo, datos concretos sobre el particular. Sí es un hecho que los hacendados jugaban ajedrez. A partir de la llegada de Maximiliano de Habsburgo creció el interés por el ajedrez y también por el billar, ya que Maximiliano era aficionado a ambos juegos. Se practicó también en las logias masónicas. Lo cierto es que todavía no se ha escrito la verdadera historia del ajedrez en México.
-¿Cuándo se crea la Federación Nacional Mexicana de Ajedrez?
-El general Joaquín Amaro es el primer presidente en 1932.
-¿Quiénes han sido y son los grandes ajedrecistas en México?
-Al hacer el recuento de los grandes de México hay que recordar y poner en primer lugar a Carlos Torre Repetto, quién derroto en 1925 a Emanuel Lasker y empato con José Raúl Capablanca y Alexander Alekhine, jugando con los grandes de esa época: Rubinstein, Nimzovith, Marshall, Reti, Spielman, Tartakower, Grunfeld y Maroczy. Otros grandes del ajedrez en México han sido y son Soto Larrea, José Joaquín Araiza, Marcel Sisniega Gilberto Hernández y grandes promotores Alejandro Báez y Alfonso Ferriz Carrasquedo.
-¿No hay mujeres ajedrecistas destacadas entre nosotros?
-Claro que las hay. Ahí está la M.I. Yadira Hernández, hermana del Gran Maestro Gilberto Hernández. Ambos de San Luis Potosí. No podemos dejar de citar a Astrid Martin del Campo hermana de dos grandes jugadores el Maestro Internacional Roberto y el jugador de primera fuerza Jorge Martín del Campo.
-Una pregunta inesperada, ¿qué es más importante en el ajedrez el jaque mate o la creación de la belleza?
-Para mí la creación de la belleza, que es algo así como cuando uno intenta seducir a una mujer y se enfrasca en toda una estrategia virtual. El jaque mate sería el proceso espasmódico o eyaculación, la muerte, que obliga al reinicio de la vida, es decir, la nueva partida. La belleza se disfruta.
Cada partida de ajedrez es una vida diferente. En el ajedrez la matemática se inmiscuye en un plano matricial y vectorial. El tablero es un punto referencial.
-¿Hay poesía en el ajedrez?
-Como concepto de espíritu o esencia sí la hay, porque el creador de los movimientos, que en este caso es el poder del individuo, se enfrenta a la soledad total, y en la poesía es exactamente lo mismo.
-Me puedes explicar algo que a mí siempre me ha inquietado del juego de ajedrez. ¿por qué la ausencia total de los colores del espectro en las piezas?
-El ajedrez se puede jugar incluso sin tablero. Ahí están los que juegan a las ciegas. Un ciego de nacimiento puede jugar al ajedrez desde su mundo, como el ajedrez en blanco y negro. Pero ni el ciego ni el ajedrez renuncian a los colores, aunque sí a la apariencia visible de los mismos. Los colores en el ajedrez, como le sucede al ciego de nacimiento, no se ven pero están presentes. Pasa lo mismo que con los rayos ultravioletas. El ajedrez es un universo de colores apasionados para los pensadores y partidarios del mismo. El ajedrecista es un pensamiento en sentido de ebullición.
-¿Es una locura el ajedrez, más que una lúcida acción racional, y los ajedrecistas unos locos hiperlúcidos?
-Las dos cosas. La inteligencia llevada al extremo de los extremos puede parecer una locura y desconectar a la razón. Un ajedrecista obsesivo puede acabar en loco hiperlúcido y perdido en sí mismo, lo que no deja de ser un divino placer.
-¿Es un juego de dioses el ajedrez?
-No lo sé, pero puede que lo sea.
-¿Tu loco sueño de ajedrecista?
-Organizar en el Estadio Azteca la mayor partida sim8ltanea de ajedrez que se haya celebrado hasta ahora en el mundo.
-Me rindo.
-Nada de eso. Dejemos esta partida en amigables tablas.
-OK.
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