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lunes, 14 de marzo de 2011

ENRIQUE INCERA NIEMBRO

 AJEDREZ Y EL FÚTBOL
  FOTOGRAFÍA TOMADA DEL BUSCADOR DE Google.
ENRIQUE INCERA NIEMBRO
Entrevista hecha por: Juan Cervera Sanchís
Del libro inédito Ajedrez: Pasión y Misterio.

-Fue mi padre, el ingeniero civil José Incera Gardeazabal, apasionado del ajedrez, quién me introdujo, siendo yo muy niño, en el juego, nos dice el también ingeniero civil Enrique Incera Niembro, egresado de la Universidad Iberoamericana. Y añade: es más, cuando llegaron las computadoras él ya hacía uso de tecnología aplicable al ajedrez. Se daba tiempo para jugar y nos enseño el juego a todos sus hijos. A veces pienso que soñaba con el ajedrez.
-¿Qué tal juegan los hermanos Incera Niembro?
-Quien más ha destacado ha sido mi hermano Agustín. Él ganó varios torneos cuando era niño, de 10 años, aunque después jugó de manera recreativa y social. Hablando aún de mi padre, recuerdo que jugó contra el afamado ex campeón mundial, el norteamericano Robert Fischer, cuando éste, siendo muy joven, dio unas simultáneas en México. En mi casa se hablaba mucho de eventos ajedrecísticos nacionales e internacionales y de los Grandes Maestros del ajedrez: José Raúl Capablanca, Alexander Alekhine… Es por eso que ahora todos nosotros sabemos de Karpov y Kasparov. La cultura ajedrecística fue, y es, parte de nuestras vidas.
-¿De qué le ha servido y sirve, ingeniero Incera Niembro, es cultura en la práctica diaria?
-A partir del conocimiento básico del ajedrez uno aplica las estrategias y los golpes tácticos en otros ámbitos de la vida y así en mi desarrollo como hombre de empresa. Creo que las estrategias en la economía son de mucha importancia y tienen que ver con el saber utilizar las piezas en el tablero. Es importante aplicar la estrategia adecuada y saber cuándo y cómo moverte sin miedo pensando en los momentos agudos de la partida.
Uno debe sentirse capaz, y extrapolar el conocimiento del ajedrez a los diferentes perímetros de la vida. Sí, saber perder, levantarse y aprender a tener éxito.
-¿En qué otros espacios de su vida le ha ayudado el conocimiento táctico del ajedrez?
-Otro aspecto de mi vida en relación con el ajedrez está asociado con el futbol.
-Explíquenos, por favor, esa asociación entre el ajedrez y el futbol, pues de antemano la consideramos interesantísima.
-Me explico. Mi hijo Rodrigo Incera Pérez al terminar la preparatoria se fue a jugar futbol a Argentina. Allí jugó durante dos años en el Boca Junior. Volvió a México y se incorporó al Cruz Azul donde jugó en Primera A más de setenta partidos como titular.
-¿Cómo se relaciona esto con el ajedrez?
-Yo pienso, amigo Juan Cervera, que las estrategias en el tablero ayudan a los jugadores en el terreno del juego. En Buenos Aires, Fernando Niembro, que es uno de los más destacados comentaristas deportivos de Argentina, me comentó en cierta ocasión que él estaba estudiando ajedrez con el fin de buscar estrategias aplicables al futbol. Este hecho nos condujo a pensar en aquel admirable equipo de Holanda que en los años setenta fue conocido como “La Naranja Mecánica” y vino a revolucionar el futbol en el nivel mundial. Recuerde que ellos atacaban con ocho hombres que a la vez participaban con el resto del equipo en la defensa. Fue así que los futbolistas se convirtieron en unos verdaderos atletas. Hoy se juega así es decir, en bloques y por zonas que copan y atacan, como se puede ver en partidas del maestro armenio Tigran Petrosian o en los desbordantes ataques de Alexander Alekhine. Todas las piezas en conjunto están colocadas de la mejor manera en el tablero o, en su caso, en la cancha. El futbol de conjunto y rapidez es objetivamente hablando el juego más feroz.
-Yo pienso que enseñar a las fuerzas básicas del futbol a jugar ajedrez les sería de muy útil soporte, pues hoy jugar profesionalmente  futbol demanda a los jugadores, junto con el esfuerzo físico, serenidad y claridad mental indispensable a toda hora en la cancha y, en esa labor, el ajedrez es un recurso muy positivo. Un futbolista que logre armonizar la habilidad y la potencia física con la agudeza intelectual y la cabeza fría en la cancha es un atleta de un plus extraordinario. Creo que el ajedrez se puede asociar a muchos otros deportes, no únicamente al futbol, y funcionar en el desarrollo de sus posibilidades basándose en ataques por zonas en un área determinada. Por experiencia personal y eminentemente estratégica creo que funciona.
-¿Cómo sugiere que se enseñe el ajedrez a los niños?
-Mi padre me enseño a jugar a fuerza de regaños y coscorrones y eso me provoco muchos corajes. Yo soy de aquella generación donde los padres decían que las cosas se hacían así porque ellos las decían. Ya sabe usted. “Porque le digo yo, ¡y ya!”. Yo por el contrario eduque a mis hijos explicándoles las cosas con lógica racional y tratando, por sobre todo, de ser justo y honorable. Creo que el ajedrez, como todo, debe ser enseñado pedagógicamente y sólo así funcionará toda la vida. No recomiendo que se enseñe a cocotazos o con palabras huecas. Hay que enseñar sin violencia y sin causar miedo, sin regaños, ya que el miedo y la violencia dejan traumas a veces nada fácil de superar.
Creo que aprender desde niño a jugar ajedrez estimula a las personas a desarrollar sus mentes y pensar con una mayor lógica y claridad en todos los aspectos de la vida. Para mí el ajedrez es un juego maravilloso y los padres no deberían permitir que sus hijos crecieran ignorándolo, pues el conocimiento básico de este juego sin igual ayuda a que los niños crezcan sin vicios y sean, de hecho, mejores seres humanos en todos los sentidos.
-Usted lo ha dicho.  

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