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UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE CHAPINGO.
AMADOR TERÁN TERÁN.
Entrevista hecha por: Juan Cervera Sanchís.
Del libro inédito Ajedrez: Pasión y Misterio.
El ingeniero Amador Terán Terán vino al mundo el 30 de abril de 1920 en San Carlos, Tamaulipas. Su pasión por el deporte a sus 82 años de edad lo mantiene en plenitud de forma física y mental. Sus pies son tan ligeros como ágiles es su cerebro. Estudió en la Escuela Nacional de Agricultura, fundada en 1854, y que hoy conocemos todos como Universidad Autónoma de Chapingo. Pertenece a la generación 1939-1945.
-Sabemos de su destacada actividad en el mundo del deporte, que lo ha llevado a ingresar al Salón del Mérito Deportivo en su natal Tamaulipas. ¿cómo se inicio en el juego de ajedrez?
-En el deporte cerebral que es el ajedrez me inició el profesor Mario Aguilera Dorantes, quien fuera oficial mayor de la SEP en 1972. Él, junto con mi primo Toribio Terán González, jugábamos ajedrez hasta hace unos pocos días en que mi querido amigo falleció. Descanse en paz. Fueron muchos años de practicar el más bello e inteligente de cuantos juegos existen.
-Háblenos de su vida de ajedrecista.
-En mi vida de ajedrecista jugué simultaneas con el coronel Joaquín Araiza. Jugábamos en la librería del Sótano con el licenciado Manuel López Gallo.
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LIBRERÍA EL SÓTANO.
-¿Dónde juega actualmente?
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LIBRERÍA GANDÍ.
-Juego diario en la Librería Gandhi. Los meseros me llevan a jugar desde niños de 8 años de edad a toda clase de parroquianos que gusten practicar el juego.
-Usted ha viajado mucho a lo largo y ancho de la Republica. ¿cómo se ha dado tiempo para practicar el juego durante esos viajes?
-La mayor parte de mi vida he trabajado en provincia. Esto, sin embargo, no me impidió encontrar con quien jugar ajedrez. En los lugares más apartados del país uno siempre encuentra con quien disputar una partida.
-¿Qué ha sido y es el ajedrez para usted?
-Una diversión sin igual y una fuente de inteligencia activa muy útil y efectiva para poder desarrollar la capacidad creadora. Por ejemplo, jugarlo a 5 minutos, ritmo de ping pong, blitz como le llaman, desarrolla de manera extraordinaria la dinámica cerebral. El ping pong es como correr los cien metros. Representa la velocidad pura. Hay que hacerlo todo en segundos o en minutos. Nosotros los del mundo del atletismo decimo que correr los cien metros sin respirar y jugar una partida normal es como correr 150 metros, administrar la fuerza y proceder, técnicamente, para así conservar el ritmo, cerrar y ahí, agotar todas las energías. En ambas hay que coordinar perfectamente el tiempo y la técnica, procurando cometer el mínimo de errores.
-Continúe.
-Quiero decir que siempre hay que hacer mayor esfuerzo, pero pensando, reitero, como en el ajedrez. El ajedrez para mi es una terapia. Considero que el juego me ayuda a mantener en estado de alerta la mente. El triste desolador alzheiner no hace mella jamás en la mente de un ajedrecista activo, aunque sobrepase los 90 años con creces, para allá voy.
-¿Es en extremo excitante jugar blitz?
-Si lo es. Mi cardiólogo me advierte que no debo jugar ping pong por mi arritmia, pero, ya ve usted, uno hace oídos sordos a sus consejos y mi corazón sigue latiendo ¡el doctor no sabe jugar ajedrez!
-Algún recuerdo muy particular en su vida de ajedrecista?
-Resulta que Higinio, el doctor de mi familia, era nada menos que el hermano del más grande ajedrecista mexicano: Carlos Torre Repetto. Allá per el año 1926, Higinio trajo a su hermano de Estados Unidos, pues andaba un poco delicado y para que se recuperara se quedó un tiempo con nosotros en nuestro rancho. Yo era un niño de 6 años de edad y él era un joven de 22. Lo recuerdo vagamente, pero me llena de orgullo el saber que un jugador tan admirable como él estuviese tan cerca de mi familia.
-¿Un anécdota curiosa relacionada con el ajedrez?
-¿Curiosa? Sí, me acuerdo que una vez en Los Mochis, en 1966 estando jugando simultaneas con el coronel Joaquín Araiza apareció uno de mis hijos y me dio la noticia de que mi hija Corina la había picado un alacrán. Dejé la partida y salí corriendo. Ahí se salvó el coronel Araiza (risas).
-¿Juegan sus hijos al ajedrez?
-Sí, y debo decir que todos son extraordinarios estudiantes. Por fortuna ninguno tiene la cabeza de adorno. Armando, Amador, Antonio, Martha, Corina y Pompeya, así como mi esposa Pompeya Espinoza Ochoa juegan, y juegan muy bien. En mi casa se juega ajedrez y se canta. Somos amantes de las noches bohemias.
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ALVARO CARRILLO ALARCÓN.
Álvaro Carrillo Alarcón fue un compositor y cantante mexicano de música popular nacido en San Juan Cacahuatepec, Distrito de Jamiltepec, Estado de Oaxaca, el 2 de diciembre de 1921, y fallecido en un accidente automovilístico el 3 de abril de 1969.Compuso más de 300 canciones, entre otras: Amor mío, Sabor a mí, Como se lleva un lunar, El andariego, Luz de luna, Sabrá Dios, Seguiré mi viaje y La mentira. Entre sus principales intérpretes se cuentan, entre otros muchos: Javier Solís, Pepe Jara, el Trío Los Panchos, el Trío Los Duendes y Linda Arce. La vida de Álvaro Carrillo inspiró el largometraje Sabor a mí, interpretado por José José y dirigido por René Cardona H
Por cierto que Álvaro Carrillo, Ingeniero como yo, y amigo mío y como todos saben, compositor, cuando nos visitaba y participaba en nuestras noches bohemias, junto con su requinto Eleuterio Reyes, al escuchar cantar a mi esposa Pompeya no se cansaba de decirle: “Tú eres mi mejor intérprete.” Debo decirle que yo fui el único patrón que tuvo Álvaro Carrillo. Trabajó como ingeniero agrónomo para mí en la Comisión Nacional del Maíz. Volviendo al ajedrez le digo que mis hijos juegan muy bien y cuando me ganan me enojo. No me gusta perder. El ajedrez es una competencia de vida y muerte. Lo bueno del ajedrez es que tras el jaque mate siempre se puede reiniciar una nueva partida y tener la oportunidad de ganarla.
-¿Qué recuerda de su vida de atleta?
-Durante varios años fui campeón Nacional de 200, 400 y 800 metros, salto de longitud y pentatlón atlético. Impuse récord nacional de pentatlón 400 metros en óvalo.
En 1941, por meritos obtenidos, fui el abanderado general del desfile deportivo del 20 de noviembre, celebrado en la ciudad de México. En 1950 en los VI Juegos Deportivos Centroamericanos y del Caribe, que se efectuaron en la ciudad de Guatemala obtuve el primer lugar en el pentatlón atlético donde establecí nuevo récord centroamericano. En fin, son muchos los recuerdos, pero prefiero vivir en el presente gozando de mi realidad cotidiana, que es mi familia, por sobre todo, y luego mis partidas diarias de ajedrez.
-¿Proyectos?
-Digamos que realidades: tengo casi terminado un acucioso libro que espero publicar pronto, y que lleva por título El campo mexicano, historia critica y soluciones, que espero sea el inicio del jaque mate a nuestro atraso agrícola.
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