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DAVID PADILLA DELGADILLO.
Entrevista hecha por: Juan Cervera Sanchís.
Del libro Ajedrez: Pasión y Misterio.
Dentro de la urgente tarea que implica el rescate del Centro Histórico de la Ciudad de México, el ajedrez juega un rol protagónico. De ello está perfectamente consciente David Padilla Delgadillo, fiel amante e incansable promotor del juego, y otras acciones culturales, en tan entrañable e incomparable perímetro de la ciudad.
Padilla Delgadillo, quién es el alma del Centro Cultural de Plaza Uruguay, nos platica de su lucha por crear espacios y difundir el ajedrez en su querido Centro Histórico que, además, podría decirse con toda propiedad, es su vida misma.
Durante algunos años, nos relata con el entusiasmo que lo caracteriza, a partir de 1994 un grupo de ajedrecistas nos reuníamos en la Plaza Uruguay a conversar en torno a diversos temas relacionados con el ajedrez. Fue así que se desarrolló una atmosfera de incondicionales del juego.
-¿Qué se derivó de ello?
-El deseo de abrir espacios donde pudieran jugar más y más devotos del ajedrez. Pensando en ello organicé el Primer Festival de Ajedrez, reconocido por las autoridades en turno de la ciudad, representadas por el arquitecto Jorge Legorreta, que se protagonizó en el Jardín de las Vizcainas. A raíz de ello fuimos invitados al Primer Festival de Ajedrez de la Ciudad de México que tuvo como marco El Zócalo. Por cierto que sufrí una gran decepción.
-¿Qué decepción?
-Los promotores no respetaron a los jugadores ya inscritos y se negaron a aceptarlos en el tablero gigante. Según ellos porque ya estaba lleno. Lo curioso, y eso fue lo decepcionante para mí, es que poco después de la negativa llegó un camión de Milpa Alta y sí los aceptaron. Esas irregularidades no se valen.
-Correcto.
-Sí, pues nosotros habíamos invitado a doscientos cincuenta jugadores de buen nivel ajedrecístico y aquellos que llegaron después y les permitieron jugar era gente que apenas si sabía mover las piezas. Son absurdos que suelen suceder en esos festivales masivos. Aunque para mi muy satisfactorio aquel primer festival ya que me dio la oportunidad de conocer a Boris Spassky y, por un día, ser su agente turístico. Le rente un taxi y juntos recorrimos buena parte de la ciudad. Fue maravilloso poder estar con uno de los más grandes ajedrecistas del mundo que, además, siempre ha sido mi ídolo.
-Estupendo.
-Nunca lo podré olvidar. Hubo un segundo Festival de Ajedrez en El Zócalo. En esa ocasión di una conferencia de carácter histórico a las familias de los ajedrecistas, pues considero básico que el público en general conozca, aunque sea a grandes rasgos, lo que ha sido y lo que ha representado el ajedrez a través de la historia en el desarrollo de la inteligencia humana.
-¿A qué cree que obedezca el que no se haya realizado, a la fecha, el tercer Festival de Ajedrez en El Zócalo?
-No tengo una explicación al respecto. Ignoro los motivos que pueda haber para que el Festival siga en suspenso. No obstante, el Instituto de Cultura, ¡qué curioso! Abrió doscientos clubes de ajedrez donde no concurren ajedrecistas. Yo me pregunto dónde están los jugadores de ajedrez. Sabemos que no están en esos clubes. El problema es que el Instituto de Cultura, por más buenas intenciones que tenga, y por loables que sean sus propósitos, carece de fuerza para poner en marcha de nueva cuenta el Festival.
-¿Tiene alguna propuesta?
El 16 de agosto de 2001 presenté una ponencia sobre el ajedrez en el Centro Histórico con diferentes puntos a tratar y que fue entregada a la Asamblea Legislativa.
-¿Qué respuesta ha tenido su ponencia?
Hasta la fecha el gobierno de la ciudad no le ha dado continuidad a los festivales de ajedrez ni tampoco ha permitido que se abran nuevos espacios para difundir el juego. Todos los ajedrecistas de la ciudad de México estamos esperando una respuesta positiva.
-¿Cómo ve nuestro desarrollo ajedrecístico?
-Le diré: Los torneos de cierta importancia hechos por la FENAMAC cuestan 650.00 pesos. Hay ajedrecistas de respetable calidad que no pueden pagarlos. Es por eso que pienso que los torneos deben estar al alcance económico de todos los jugadores. Hay que tener en cuenta que la preparación de un ajedrecista es costosa en tiempo, libros, torneos en provincia…y los costos suben cada día más. Conozco a muchos jugadores que podrían haber destacado notablemente y que se han quedado a mitad del camino. Para muestra basta un botón. Ahí está el caso del M.I. Israel Blanco. Actualmente nuestros jugadores son los mismos. No hay nadie nuevo de alto rendimiento. Yo espero que el ajedrez se haga más popular en México y así podamos tener más jugadores de primer nivel a futuro.
-¿Cómo piensa construir en el desarrollo del ajedrez en México con sus acciones personales como promotor del juego?
-Haciendo torneos gratuitos y buscando la manera de poder ofrecer una pequeña retribución a los jugadores.
-Usted conoce mucho de la historia del ajedrez, ¡quién fue el creador de los primeros clubes?
El zar Pedro El Grande, que vivió entre 1672 y 1725. Fue él quien dio origen a los clubes de ajedrez.
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EL ZAR PEDRO EL GRANDE.
Fue quién dio origen a los primeros clubes de ajedrez. Pedro I de Rusia, el Grande (ruso: Пётр I, Пётр Великий, Пётр Алексеевич) Nació el 9 de junio de 1672 y falleció el 8 de febrero de 1725 (C.J. 30 de mayo de 1672 - 28 de enero de 1725[1] ), hijo del zar Alexis I y de su segunda esposa Natalia Naryshkina y sucesor de su hermanastro Teodoro III, fue uno de los más destacados gobernantes de la historia de Rusia, perteneciente a la Dinastía Romanov. Gobernó Rusia desde el 7 de mayo (27 de abril C.J.) de 1682, hasta su muerte, y antes de 1696 lo hizo junto con su débil y enfermizo hermano, Iván V de Rusia. Llevó a cabo un proceso de occidentalización y expansión que transformó a la Rusia moscovita en uno de los grandes poderes europeos.
-¿Qué grandes personajes de la historia han jugado ajedrez?
-El Papa León X fue un excelente jugador y asimismo, Napoleón Bonaparte. También jugaba muy bien ajedrez Benjamín Franklin, quién dijo la siguiente frase: “En el ajedrez, la victoria supone una satisfacción para el amor propio, pero la derrota no comporta deshonor”.
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EL COMANDANTE ERNESTO GUEVARA “EL CHE”
JUGANDO UNA PARTIDA DE AJEDREZ.
Ernesto Guevara, más conocido como «Che Guevara» (Rosario, Argentina, 14 de junio de 1928[1] – La Higuera, Bolivia, 9 de octubre de 1967), fue un político, escritor, periodista y médico argentino-cubano.[2] Guevara fue uno de los ideólogos y comandantes que lideraron la Revolución Cubana (1953–1959) que desembocó en un nuevo régimen político en ese país. Guevara participó desde entonces y hasta 1965 en la organización del Estado cubano desempeñando varios altos cargos de su administración y de su Gobierno, principalmente en el área económica, siendo presidente del Banco Nacional y ministro de Industria, y también en el área diplomática como responsable de varias misiones internacionales. FOTOGRAFÍA TOMADA DEL BUSCADOR DE Google.
EL PAPA JUAN PABLO II
Karol Józef Wojtyła[1] (Wadowice, Polonia, 18 de mayo de 1920 – Ciudad del Vaticano, 2 de abril de 2005), más conocido como Juan Pablo II, fue papa de la Iglesia católica entre 1978 y 2005.[2] Como tal, fue también el Jefe de estado de la Ciudad del Vaticano. Tras haber sido obispo auxiliar (desde 1958) y arzobispo de Cracovia (desde 1962), se convirtió en el primer papa polaco en la historia, y uno de los pocos en los últimos siglos que no nacieron en Italia. Su pontificado de 26 años ha sido el tercero más largo en la historia de la Iglesia católica, después del de San Pedro (se cree que entre 34 y 37 años) y el de Pío IX (31 años). Juan Pablo II ha sido aclamado como uno de los líderes más influyentes del siglo XX, recordándoselo especialmente por ser uno de los principales símbolos del anticomunismo y por su lucha contra la expansión del marxismo por lugares como Iberoamérica, donde combatió enérgicamente al movimiento conocido como la teología de la liberación, con la ayuda de su mano derecha, a la postre sucesor, Joseph Ratzinger. FOTOGRAFÍA TOAMADA DEL BUSCADOR DE Google.
FINALES DEL PAPA JUAN PABLO II Por: Miguel Najdorf.
Entre otros hombres celebres de la política, de ayer y de hoy, que han jugado ajedrez se cuentan Stalin, Tito, El “Che” Guevara, Fidel Castro, el Papa Juan Pablo II y el presidente de la Republica, don Vicente Fox Quesada, quién en su época de estudiante no nada más jugó futbol, también gustaba de jugar ajedrez dentro del aula.
El ajedrez, además, ha inspirado a poetas como Jorge Luis Borges, a escritores como Edgar Alan Poe y Agatha Christie.
-¿Para qué sirve el ajedrez?
-Para la convivencia sana y el fomento de valores sociales, tales como la competencia leal y el esfuerzo mental y físico. Sirve para aprender a sobreponerse ante las dificultades y situaciones adversas y ejercitarse en el dominio del si mismo. Encauzar a nuestra niñez y juventud por los caminos del deporte y la cultura es fundamental y el ajedrez es el juego ideal para ello. Nuestro Centro Histórico es uno de los más bellos del mundo y que mejor escenario tenemos a mano para llevar a cabo torneos de ajedrez en espacios al aire libre, como, por ejemplo, la Plaza de la Constitución, el Jardín de las Vizcainas, el costado poniente de la Catedral, la Alameda Central y el Parque de San Fernando, entre otros, o lugares cerrados como el Museo de la Ciudad de México, el Casino Español, el Gran Hotel de México, el Palacio de Minería o el Museo de la Caricatura…
-Está usted en lo correcto, quieran los hados que sus solicitudes tengan el eco adecuado y, en el rescate del Centro Histórico, el ajedrez no sea el gran ausente.
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MUSEO DE LA CIUDAD DE MÉXICO.
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