ILUSTRACION ELABORADA POR: Fernando
Emilio Saavedra Palma.
AJEDREZ NOCTURNO LA NOCHE A UNO (a1) Cuento Ciencia
Ficción…
Autor:
Fernando Emilio Saavedra Palma.
Para: Edgar
Allan Poe.
Se
descobija el cielo con la luz del día y
el viento
el
inteligente cuervo vuela en contra del ritmo
del
reloj en el tiempo…
El
ajedrez nocturno por el día de hoy se termino
todo
laberinto se renueva y la partida da inicio…
El
cuervo mueve (e4) e cuatro…
El
mundo (g6) con un fianchetto...
Y
no existe el reloj con el famoso tiempo.
De
una apertura se llega al medio juego
100%
creativo…
Y
el cuervo decide en su partida dar un vuelo ONIRICO…
El
ajedrez espera llega la noche y empieza el CICLO…
Lo TERRORIFICO
es todo lo humano
en
un gigantesco jaque perpetuo…
No
importa la vida- la muerte- la partida el juego
solamente
el equilibrio…
El
de los peones a los reyes y el poder absoluto
ajedrecístico…
Todo
en un movimiento
cómo
lo jugo el “Cuervo” en su momento al vuelo…
El
final se pierde- se gana o se empata en el TABLERO…
y
el ave decidió jugar su ajedrez nocturno único
energético
vivo y directo a lo DIVINO.
hannahtinti.com
Edgar
Allan Poe
(Boston, Estados
Unidos, 19 de enero de 1809 – Baltimore,
Estados Unidos, 7 de octubre de 1849) fue un escritor, poeta, crítico y periodista romántico[1]
estadounidense,
generalmente reconocido como uno de los maestros universales del relato
corto, del cual fue uno de los primeros practicantes en su país. Fue
renovador de la novela gótica, recordado especialmente por sus cuentos
de terror. Considerado el inventor del relato detectivesco, contribuyó asimismo con
varias obras al género emergente de la ciencia-ficción.[2]
Por otra parte, fue el primer escritor estadounidense
de renombre que intentó hacer de la escritura su modus
vivendi, lo que tuvo para él lamentables consecuencias.[3]
Fue bautizado como
Edgar Poe en Boston,
Massachusetts,
y sus padres murieron cuando era niño. Fue recogido por un matrimonio adinerado
de Richmond, Virginia,
Frances y John Allan, aunque nunca fue adoptado oficialmente. Pasó un curso
académico en la Universidad de Virginia y posteriormente se
enroló, también por breve tiempo, en el ejército. Sus relaciones con los Allan
se rompieron en esa época, debido a las continuas desavenencias con su
padrastro, quien a menudo desoyó sus peticiones de ayuda y acabó
desheredándolo. Su carrera literaria se inició con un libro de poemas, Tamerlane and Other Poems (1827).
Por motivos
económicos, pronto dirigió sus esfuerzos a la prosa, escribiendo relatos y
crítica literaria para algunos periódicos de la época; llegó a adquirir cierta
notoriedad por su estilo cáustico y elegante. Debido a su trabajo, vivió en
varias ciudades: Baltimore, Filadelfia y Nueva York.
En Baltimore, en 1835, contrajo matrimonio con su prima Virginia Clemm, que contaba a la sazón
trece años de edad. En enero de 1845, publicó un poema que le haría célebre:
"El cuervo". Su mujer murió de tuberculosis
dos años más tarde. El gran sueño del escritor, editar su propio periódico (que
iba a llamarse The Stylus), nunca se cumplió.[4]
Murió el 7 de
octubre de 1849, en
la ciudad de Baltimore, cuando contaba apenas cuarenta años de edad. La causa
exacta de su muerte nunca fue aclarada. Se atribuyó al alcohol, a
congestión cerebral, cólera, drogas, fallo
cardíaco, rabia,
suicidio, tuberculosis
y otras causas.[5]
La figura del
escritor, tanto como su obra, marcó profundamente la literatura de su país y
puede decirse que de todo el mundo. Ejerció gran influencia en la literatura simbolista francesa[6]
y, a través de ésta, en el surrealismo, pero su impronta llega mucho más lejos: son
deudores suyos toda la literatura de fantasmas victoriana y, en mayor o menor medida, autores tan
dispares e importantes como Charles Baudelaire, Fedor
Dostoyevski,[7]
[8]
[9]
William
Faulkner,[10]
Franz
Kafka,[9]
H. P. Lovecraft, Ambrose
Bierce, Guy de Maupassant, Thomas Mann,[11]
Jorge Luis Borges, Clemente
Palma, Julio Cortázar, etc. El poeta nicaragüense
Rubén
Darío le dedicó un ensayo en su libro Los raros.
Poe hizo
incursiones asimismo en campos tan heterogéneos como la cosmología,
la criptografía
y el mesmerismo.
Su trabajo ha sido asimilado por la cultura popular a través de la literatura,
la música,
tanto moderna como clásica, el cine (por ejemplo, las muchas adaptaciones de sus relatos
realizadas por el director estadounidense Roger
Corman), el cómic,
la pintura
(varias obras de Gustave Doré, v. gr.) y la televisión
(cientos de adaptaciones, como las españolas para la serie Historias para no dormir). (Vid. Repercusión de Edgar Allan Poe).
Según Kevin J.
Hayes, editor de The Cambridge Companion to Edgar Allan Poe [Guía de
Cambridge para Edgar Allan Poe], «la diversidad artística de aquellos que
cayeron bajo el hechizo de Poe indica el alcance de su influencia. Los mejores
artistas utilizaron las imaginativas obras de Poe como base para sus teorías
estéticas. [...] En pocas palabras, los escritos de Poe han promovido la
generación artística y estética de una gran variedad de disciplinas creativas».[12]
Según la Enciclopedia Británica: «Su agudo y
sólido juicio como comentarista de la literatura contemporánea, la virtud
musical y el idealismo de su poesía, la fuerza dramática de sus cuentos, dotes
que se le reconocieron ya en vida, le aseguran un puesto destacado entre los
hombres de letras más universalmente reconocidos».[13
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