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jueves, 14 de marzo de 2013

AJEDREZ NOCTURNO LA NOCHE A UNO (a1) Cuento Ciencia Ficción…Autor: Fernando Emilio Saavedra Palma. Para: Edgar Allan Poe.


ILUSTRACION ELABORADA POR: Fernando Emilio Saavedra Palma.
AJEDREZ NOCTURNO LA NOCHE A UNO (a1) Cuento Ciencia Ficción…
Autor: Fernando Emilio Saavedra Palma.
Para: Edgar Allan Poe.
 
Se descobija  el cielo con la luz del día y el viento
el inteligente cuervo vuela en contra del ritmo
del reloj en el tiempo…
 
El ajedrez nocturno por el día de hoy se termino
todo laberinto se renueva y la partida da inicio…
 
El cuervo mueve (e4) e cuatro…
El mundo (g6) con un fianchetto...
Y no existe el reloj con el famoso tiempo.
 
 
De una apertura se llega al medio juego
100% creativo…
 
Y el cuervo decide en su partida dar un vuelo ONIRICO…
El ajedrez espera llega la noche y empieza el CICLO…
 
Lo TERRORIFICO es todo lo humano
en un gigantesco jaque perpetuo…
 
No importa la vida- la muerte- la partida el juego
solamente el equilibrio…
 
El de los peones a los reyes y el poder absoluto
ajedrecístico…
Todo en un movimiento
cómo lo jugo el “Cuervo” en su momento al vuelo…
 
El final se pierde- se gana o se empata en el TABLERO…
y el ave decidió jugar su ajedrez nocturno único
energético vivo y directo a lo DIVINO.
hannahtinti.com
Edgar Allan Poe
(Boston, Estados Unidos, 19 de enero de 1809 – Baltimore, Estados Unidos, 7 de octubre de 1849) fue un escritor, poeta, crítico y periodista romántico[1] estadounidense, generalmente reconocido como uno de los maestros universales del relato corto, del cual fue uno de los primeros practicantes en su país. Fue renovador de la novela gótica, recordado especialmente por sus cuentos de terror. Considerado el inventor del relato detectivesco, contribuyó asimismo con varias obras al género emergente de la ciencia-ficción.[2] Por otra parte, fue el primer escritor estadounidense de renombre que intentó hacer de la escritura su modus vivendi, lo que tuvo para él lamentables consecuencias.[3]
Fue bautizado como Edgar Poe en Boston, Massachusetts, y sus padres murieron cuando era niño. Fue recogido por un matrimonio adinerado de Richmond, Virginia, Frances y John Allan, aunque nunca fue adoptado oficialmente. Pasó un curso académico en la Universidad de Virginia y posteriormente se enroló, también por breve tiempo, en el ejército. Sus relaciones con los Allan se rompieron en esa época, debido a las continuas desavenencias con su padrastro, quien a menudo desoyó sus peticiones de ayuda y acabó desheredándolo. Su carrera literaria se inició con un libro de poemas, Tamerlane and Other Poems (1827).
Por motivos económicos, pronto dirigió sus esfuerzos a la prosa, escribiendo relatos y crítica literaria para algunos periódicos de la época; llegó a adquirir cierta notoriedad por su estilo cáustico y elegante. Debido a su trabajo, vivió en varias ciudades: Baltimore, Filadelfia y Nueva York. En Baltimore, en 1835, contrajo matrimonio con su prima Virginia Clemm, que contaba a la sazón trece años de edad. En enero de 1845, publicó un poema que le haría célebre: "El cuervo". Su mujer murió de tuberculosis dos años más tarde. El gran sueño del escritor, editar su propio periódico (que iba a llamarse The Stylus), nunca se cumplió.[4]
Murió el 7 de octubre de 1849, en la ciudad de Baltimore, cuando contaba apenas cuarenta años de edad. La causa exacta de su muerte nunca fue aclarada. Se atribuyó al alcohol, a congestión cerebral, cólera, drogas, fallo cardíaco, rabia, suicidio, tuberculosis y otras causas.[5]
La figura del escritor, tanto como su obra, marcó profundamente la literatura de su país y puede decirse que de todo el mundo. Ejerció gran influencia en la literatura simbolista francesa[6] y, a través de ésta, en el surrealismo, pero su impronta llega mucho más lejos: son deudores suyos toda la literatura de fantasmas victoriana y, en mayor o menor medida, autores tan dispares e importantes como Charles Baudelaire, Fedor Dostoyevski,[7] [8] [9] William Faulkner,[10] Franz Kafka,[9] H. P. Lovecraft, Ambrose Bierce, Guy de Maupassant, Thomas Mann,[11] Jorge Luis Borges, Clemente Palma, Julio Cortázar, etc. El poeta nicaragüense Rubén Darío le dedicó un ensayo en su libro Los raros.
Poe hizo incursiones asimismo en campos tan heterogéneos como la cosmología, la criptografía y el mesmerismo. Su trabajo ha sido asimilado por la cultura popular a través de la literatura, la música, tanto moderna como clásica, el cine (por ejemplo, las muchas adaptaciones de sus relatos realizadas por el director estadounidense Roger Corman), el cómic, la pintura (varias obras de Gustave Doré, v. gr.) y la televisión (cientos de adaptaciones, como las españolas para la serie Historias para no dormir). (Vid. Repercusión de Edgar Allan Poe).
Según Kevin J. Hayes, editor de The Cambridge Companion to Edgar Allan Poe [Guía de Cambridge para Edgar Allan Poe], «la diversidad artística de aquellos que cayeron bajo el hechizo de Poe indica el alcance de su influencia. Los mejores artistas utilizaron las imaginativas obras de Poe como base para sus teorías estéticas. [...] En pocas palabras, los escritos de Poe han promovido la generación artística y estética de una gran variedad de disciplinas creativas».[12]
Según la Enciclopedia Británica: «Su agudo y sólido juicio como comentarista de la literatura contemporánea, la virtud musical y el idealismo de su poesía, la fuerza dramática de sus cuentos, dotes que se le reconocieron ya en vida, le aseguran un puesto destacado entre los hombres de letras más universalmente reconocidos».[13
 
 

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