Yo soy, “El Baby
Bocado” el más guapo del barrio.
NOVELA POLÍTICO POLICÍACA…
Autor: Fernando Emilio Saavedra Palma.
Nací bello y esto me hizo envidiable en el barrio. Desde
pequeño aprendí a pasar desapercibido lo cual me enseñó a acrecentar la
sensibilidad y hasta por momentos a ser humilde. Más la belleza física es un imán para la
gente, fórmula que me dio dios y mi
madre me catapultó junto a mis pestañas chinas enormes. Mi voz de bajo natural
enamorado, erizando la piel de las féminas, así como el contoneo de mi cuerpo
al ritmo del baile, salsa, rock and roll o tango, sin hacer tango o teatro con
las damas sencillamente eso natural de ser machín al tomarlas de la mano o la
cintura. Recuerdo cuando era el chambelán de todos los quince años de las nenas-damas
de la colonia, me gritaban: “qué onda con ese ROTITO” pinche roto galancito y
tenía que usar los puños al final de la pachanga. En el fondo deseaba ser el
hombre invisible y tener la telepatía de “Acuaman” o “Kalimán” para saber que
deseaban de mí, quedarme solo en la página del cuento, simplemente fotografiado
o ser cualquier personaje del libro vaquero. Ser bello es tener problemas al
momento a corto plazo o al más largo tiempo con el tiempo. Recuerdo el “Club de
los Artistas”, el “San Pancho”, “El Tranvía”, el “Buca”, el “Atzimba” o los de
cierto caché para el refilón del bostoniano dirían los viejos pachucotes: “Los
Ángeles”, el “California Dancing Club” o mi preferido y discreto el “Salón
Riviera” en fin no acabaría con tantos dotados en la colonia Guerrero, Ixtapalapa, o los
cuidadosos de Tulyehualco.
Sin embargo uno se acostumbra a todo menos a no comer,
todo ello me lo dio la gran ciudad de México ahí te encuentras a todas las
clases sociales en donde la belleza es aceptada siempre y cuando este culturalizada
y eso me lo enseñaron las institutrices
de la noche, las Donas las reinas las damas únicas y educadas, eso me activaba a
una aventura cotidiana.
YO, “El Baby Bocado” soy de altura media, ojo claro
como la mar y de acuerdo al atuendo combinativo de la ropa “ojos ojón de paloma
y todo para la “Dona”… Pestaña china natural con el silbido santurrón entonando
una melodía y al finalizar la voz de galán enmielándola con un “buenos días
señorita” y las veía como se derretían, suspiros a mi genética. La vida pasaba
con la naturaleza de la belleza homínida mía y por las noches en las pistas de
baile empecé a tener contacto con la ley, primero de madrina, luego de agente y
hasta el día de hoy de comandante.
Por eso dicen que todo es fácil para los bonitos, más
no es cierto, irán conociendo las historias del “Baby Bocado”.
Me gusta leer de todo y leo como loco en español e
inglés, soy coleccionista de filatelia en diferentes temas, juego al ajedrez en
los cafés de chinos en el defectuoso, me gustan los pies de las mujeres, y amo
por siempre a los niños el futuro de la humanidad… CONTINUARÁ.
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