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viernes, 19 de enero de 2018

“DON ANTONIO Y BABY BOCADO” NOVELA POLÍTICO POLICÍACA. XII “El Baby” y “Fito” Autor: Fernando Emilio Saavedra Palma.

Ilustración por: Fernando Emilio Saavedra Palma.
  “DON ANTONIO Y BABY BOCADO”
NOVELA POLÍTICO POLICIÁCA.
XII “El Baby” y “Fito”
Autor: Fernando Emilio Saavedra Palma.

Don Antonio es el silencio total del defectuoso. Nos puede decir un SÍ para buscar al sancudo que nadie ve y como nos saca la sangre. Es el silencio que lo sabe todo en el barrio, más no le discute a nadie nada ya que es Guadalupano de sepa enraizado hasta los huesos; tradición como “San Dieguito” y todos los Dominicos-domingos lo encuentran por la Villa  con la emperatriz de América. No se espanta de nada. Todos lo consultan; la banda, los policías de tochos, y hasta los políticos en los cafés de postín le piden consejo, él sabrá a quien contestar  incluso; el Baby Bocado le pide opinión en todo lo referente a la Capirucha, no importando cual sea el punto de la ciudad, siempre se las ingenia para saber de todo. Es un viejo de ochenta años que habitaba las calles de la Ciudad de México entre los años 60 y 70 su más activa participación. Ya en los años 80 y 90 era un venerable de 100 años que dejó guaridas en las colonias como la Guerrero, Peralvillo, la Morelos, Tepito, Santa Julia y otras tantas para ir a dejar el mundo con su nieta en Iztapalapa.     

El encuentro con Don Antonio y Baby Bocado fue 1965 en Tepis.

Mira mi BB, Bocado o el Baby y no Feis, sé quiénes son tus padres, de hecho una primita de tu mamá fue mi retoño de vida. Cuando tu naciste alguna vez entré a tu cantón, casa o chante y vi, visualice, liqué, divisé el resplandor del cromo cuerpo de dulce fémina, dama que me arrugaba la piel, me la enchinaba, me gustaba el restorán, mucho a más no poder. Ahí entre el viejerío o palomas al volar estabas tú en la cama todo zurrado, los tompeates, testículos tardarían años para bajarte. Así que escúchame, yo no soy de pleito y tengo a los más gallos del barrio comiendo aquí de mi mano, en el buen sentido de la música. Todo, todo se arregla conmigo a palabras, si tú no sabes jugar mi juego, el barrio te va a castigar; solo esa ley invisible existe aquí en nuestro México o cualquier barrio del mundo, pa que te quede claro “solo los que piensan”, a los que le gira la piedra o funciona bien la chompeta mueven la pieza de la inteligencia, ya vas barrabás, lica, pica  y califica. Bueno pues pa entendernos ¿Juegas ajedrez, dominó, cartas españolas o cartas inglesas? si sabes algo de esto, te llevo con el coco de cada juego, o no me vayas espantar y me digas que juegas el go o el backgammon.
La vida es un juego y uno tiene que encontrar su jugada, todos los días mueren miles de personas saliéndose de su propio juego sin saber nada de nada, nada de estrategia. Me han llegado muchos rumores de tu carácter, de tu personalidad de relumbrón y ese no es ejemplo para tu pariente, mi chilpayate, mi pequeño de ese amorío, tu primo pues. Si tu lo quieres te puedo ayudar de lejos, siempre de lejos, no me gusta que seas una monserga que se me pegue a diario; de harina y huevo. Te voy a dar una tutela, recuerda que entre los gallos nos cuidamos de lejos; como el cantar a diario, a las cinco de la mañana. Entre los lobos nos enseñamos a aullar en conjunto o como el macho alfa; callado, solo y arriesgándose por todos o como los dragones que echan humo y fuego y nadie los conoce.
¿Estás de acuerdo?
No me respondas ni sí, ni no, solo pégatele a estos moscones para que te vayas haciendo una madrinita o madrina y no te vayan a dar una madrina.
Ve ahí por Tlaxcoaque pregunta por el flaco y dile que vas de parte del lobo, el del tatú en el pescuezo.
Hasta luego ahí nos vidrios voy pa otros aires.

…a qué mi morrito, el plebe ese BB el Baby Bocado…

Don Antonio camina pausado por las calles del centro de esta enorme ciudad; por los cafés, cantinas, billares, saludando a los policías de a pie, sin dejar de lado a motociclistas, patrullas, julias, los tantos camineros, taxis cocodrilos, comerciantes, restaurantes con los restauranteros, lo mismo una fonda sencilla de arte culinario mexicano. Ahí por el barrio con las manos detrás en la espalda,  todos lo cuidan sin decir nada, en toda esa maraña de mañas de la vasta información. Con él, uno aprende, enseña y es ejemplo para todos en el todo. Cuentan que muchos escritores o personalidades del periodismo lo buscaban para platicar; entre ellos unos poetas lo conocieron cuando dejó de vestirse como pachuco para convertirse en “el don Antonio”, el de las calles, el de todos. Se dice que entre esos poetas estaba Octavio Paz y Carlos Pellicer, el gran periodista don José Pagés Llergo fundador de la revista Siempre, Luis Spota prolífico escritor de novelas, articulista del diario Excélsior y hasta salió en radio y televisión; fundador del Consejo Mundial de Boxeo, entre otros bofes o grandes boxeadores de esos años, como el “Chango Casanova” ya en sus últimas en el alcoholismo, Ultiminio Ramos o el “Gran Púas” Rubén Olivares.
Por cierto también recuerdo a un hombre muy fufurufo, riquillo de alta alcurnia o altos vuelos; poeta y cronista de México don Salvador Novo, que yo realmente no sabía quiénes eran estos personajes en su momento, el tiempo me lo fue diciendo con los años y la experiencia que llegué a tener. Eso sí, en el café la Habana (por todos conocido que está en Bucareli a unas cuadras del Reloj Chino), me senté con el muralista David Alfaro Siqueiros ¡Caramba! todas esas figuras famosas que no todos conocían, y en su tiempo viéndolas caminar por las calles, son hoy un México olvidado como la película de los olvidados de Buñuel. Sí, somos una nube creciente del olvido de tanta gente que nace día a día. El Baby Bocado alias el BB de barrio no sabe que será en su momento el Don Antonio que yo fui (el gato que yo fui), hay que preparar la maleta para el largo viaje y dejar todos los asuntos arreglados.
Aprendí a leer las calles de la Ciudad de México en su momento, hoy esa lectura se la dejo a mi sucesor el BB.  

EL BOLERO
Autor: Fernando Emilio Saavedra Palma
Para: El viejo Elías (DON ANTONIO ANTONINO)

Por toda la ciudad
el bolero ambulante
habla en su lenguaje
ojo, ojón, ojete

Quiubo, carnalito,
suavenas la nena sueña
y duerme con el ojo

En el chante,
solapa la paso
chupando

Changuirongos
uno que otro día al chemo
y cuando hay feria chela

Afilando
la charrasca
para írsela a hacer chillona al hojaldra

Niguas, niguas
solo Dios sabe, carnalito
y cada chango a su mecate

Aquí en Chilangolandia
solo las chivas y la Guadalupana
y viva México cabrones

Trucha con quien se pase de la raya
atrás de la raya que estoy trabajando
hoy es 13 y entre más me miras más me crece.

Las piezas del ajedrez chilango hablan por la enorme Ciudad de México 1975…. 

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