RELATOS EN LA COLONIA DEL VALLE (6) MÉXICO, D.F.
ESCUELAS, EDUCACIÓN Y CAMINANDO POR LA CALLE. (CIUDAD DE MÉXICO)
Autor: Fernando
Emilio Saavedra Palma.
Para: La
maestra Elizabeth Mc Donald Wadroope.
Uno nace sin pedir nacer, algo así dicen a sus papás cuando
se enojan muchas personas; simplemente llegamos con nuestros padres y punto,
siendo así la vida de todos los que
llegamos a este maravilloso planeta. Las familias tienen hijos pobres, no tan
pobres, clase media, ricos o muy ricos así está poblado el mundo. Yo llegué a
una familia y me siento orgulloso de mis padres y mis hermanos. Nací en la
Colonia del Valle en 1960 y en 1968 mi madre murió; nuestro padre se volvió
casar y nos quedamos los cuatro hermanos viviendo en la casa de la Colonia del
Valle. Willy de 22 años que estudió Ingeniería Civil en el Instituto
Politécnico Nacional. Nanis de 19 años estudió Historia en la Universidad
Nacional Autónoma de México. La Bola de 17 años estudió Educadora en el Colegio
Hispano Americano y el Prieto (yo), por
esos años estudiaba la primaria en el Instituto Canadiense de México. Don
Fernando nuestro padre supo desarrollar su economía siendo responsable con
todos sus hijos, un padre imborrable en la vida de cada uno de nosotros. Recuerdo
cuando mis hermanos los menores iban a inicar sus estudios de secundaria y preparatoria; la
mayor Toyita iba a entrar a estudiar y, luego entrarían La, Temo y Ame, era
tomar la decisión de seleccionar la
escuela. Recuerdo como él, mi padre se decidió; por esos años trabajaba yo con
él en la Constructora y me comentó: “Emilio año con año nos llega a la casa una
tarjeta de felicitación navideña de Doña Amalia (Amalia Solórzano de Cárdenas),
le voy a pedir una recomendación para inscribir a Toyita al Colegio Madrid,
para que luego entren todos La, Temo y Ame" ¿Cómo vez? –Me preguntó- “Me parece
perfecto” –contesté- y seguimos leyendo las noticias del periódico.
Don Fernando trabajó muchos años con el General Lázaro
Cárdenas del Río y este ex-presidente de México, citó a mi padre en varios de los apuntes personales
del general dentro del mundo de la construcción, tales como canales,
carreteras, puentes, de hecho después de muchos años de su fallecimiento, su nuera Celeste Batel esposa del Ing.
Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano lo invitó a que participara en el libro “Se Llamó
Lázaro Cárdenas” editorial Grijalbo Centro de Estudios de la Revolución
Mexicana Lázaro Cárdenas A.C. compiladora Celeste Batel ahí cuenta un anécdota
con nuestra abuelita Trinidad Toledo Esquinca (q.e.p.d.) y mi madrina Amalia
Mendoza (q.e.p.d.) “La Tariacuri”, en la inauguración de un puente. Recordando
a Paquito (q.e.p.d.) y Javier, ellos vivían
en la Colonia del Valle también estudiaron en el Colegio Madrid vecinos
de López Cotilla esquina con Ángel Urraza.
A partir de los 8 años empecé a ser responsable de ir a la
escuela solo y caminar por las calles de la Colonia del Valle, subir a los
camiones o recibir aventones de algunos de los papás de mis compañeros que pasaban cerca de la casa.
Eso me enseñó a conocer las calles de mi colonia y sus secretos, las tiendas,
vecinos, puestos de periódicos, ferreterías, carnicerías, peluquerías,
fruterías, carpinterías, los pollos rostizados, tacos de todo tipo y un sinfín
de lugares especiales, sin olvidar las tiendas gigantes como Liverpool Félix
Cuevas, el Minimax que estaba en Ángel Urraza y Heriberto Frías, la Comercial
Mexicana de pilares, el Burguer Boy de avenida Coyoacán, el Tom Boy de Insurgentes
casi frente al Parque Hundido donde acometían una enorme cantidad de
motociclistas a degustar hamburguesas, o el Dairy Queen con los helados. Por
esos años era conocer las calles alrededor de la casa o la escuela, descubrir las colonias aledañas con sus
secretos, aprendiendo a fuerzas a meter los puños bien en las retadoras de
futbol, forjándose así el carácter de un parvulito que se hizo rápidamente un adolescente
inquieto en unos cuantos años. Cuando mi madre vivía era un total “niño nalgas
meadas” me cuidaba de maravilla, como se cuidan a los pequeños y se les
consiente demasiado. Ese comentario es
muy común en las calles buscando ofender con una frase clasista o la clásica
donde mentaban la madre, siendo la más común y bueno uno tenía que salir al palenque
con los gallos a los chingadazos. Al día siguiente de que fallece mi madre, empecé a dejar de ser un
“Niño nalgas meadas”. Recuerdo perfectamente como ella me decía; creo era un
acto de premonición, pienso que ella sentía que llegaría su muerte: “Mi Emilio,
mi prieto chulo cuando Willy tu hermano no esté en casa, tu eres el hombrecito
de la casa y debes de cuidar a tus hermanas” ¡Hombre! a mi estilo siempre lo
hice en silencio pero ese es otro cantar, callado, divertido y doloroso que con
los años, muchos años lo comprendí.
Aprender hablar el lenguaje de las calles en México, D.F. en
1970 es único y difícil; la ventaja que tuve fue que siendo moreno me integraba
en todos los ambientes populares, en todos lados, por donde anduviera caminando. Cuando llegaba a mi escuela particular era
otro lenguaje exageradamente distinto con mi adorable maestra Miss Mc Donal. Ella
me atendía personalmente cada semana en su escritorio en la dirección. Esa
maestra fue un ángel en mi educación. Estudie 1ro, 2do, y 3ro, en la escuela
Luz Bringas estaba en Matías Romero, en la misma manzana de mi casa cuando mi
madre vivía, después en escuelas particulares: Primaria Instituto Canadiense de
México, Secundaria Escuela Mexicana Americana un año y los demás de secundaria
en el Instituto Centro Unión donde recuerdo a un compañero Javier Ordorica que también
vivía por la calle de Amores y Pilares. La preparatoria en el Instituto Latino
de México de mis amigos y maestros Francisco Javier Narváez Juárez y Oscar
Pascual Lammoglia Lemini. También por mi personalidad hice amigos de todos los
medios educativos, afortunadamente en escuelas particulares como Francisco
Javier Ordiales Yurrita del Franco Español, Agustin Ordoñana Rippol del Fray
Juan de Zumárraga, Antonio Milán (q.e.p.d.) Instituto México, Daniel Martínez
Aldaz (q.e.p.d.) del Centro Universitario México C.U.M., Gabriela López en el
Panamericano, El Bambino o Bambi del Colegio Suizo de México, Rafael Martínez del
Franco Inglés, Margarita Díaz del Colegio Francés del Pedregal, Laura García del
Colegio Simón Bolívar (q.e.p.d.) y mi primo Juan Palma García del Instituto
Cristóbal Colón. No me olvido jamás de muchos amigos y amigas de escuelas oficiales como la secundaria
38 en San Borja y Avenida Coyoacán, la secundaria técnica 14 en Avenida
Coyoacán y Ángel Urraza, secundaria 72
en la Cerrada de Popocatépetl, la CUPA Escuela Primaria Centro Urbano
Presidente Alemán en Avenida Coyoacán y Félix Cuevas a dos cuadras del
multifamiliar Miguel Alemán en el cual vivía José Luis Vargas Moreno el famoso
Santa del medio ajedrecístico de México y por supuesto el “Gus” Gustavo junto
con sus dos hermanos que fueron muy conocidos en esos años en el multifamiliar
en su momento. La espectacular
Preparatoria 6 en Coyoacán, la preparatoria 5 en Villa Coapa o la 8 en Mixcoac
inolvidables los personajes de estas instituciones educativas que han fallecido
y muchos que seguimos dando lata en este mundo del vivir.
Muchas de estas escuelas particulares y oficiales no estaban
dentro de la Colonia del Valle pero la comunicación entre los estudiantes se
extendía por el deporte, las fiestas, los amigos, amigas y sobre todo por la
música como grupos que se estaban formando o simplemente para bailar la música
disco que estaba al 100% de moda: los Bee Gees, ABBA, Donna Summer o Barry
White. Y los sonidos en los frontones era toda una apología del baile.
Conocer el ambiente educativo me permitió enseñar ajedrez en
diferentes medios y con los años me permitió acercarme a escuelas particulares
para ofrecer mi conocimiento e iniciarme como instructor de ajedrez básico.
La Colonia del Valle tiene una taza enorme de escuelas
particulares y oficiales que con los años se han construido y sus calles son
todo un mundo de arte culinario actualmente en este 2018, no nos olvidemos que
estos lugares a los que me refiero eran de los años 60 y 70, actualmente ha
evolucionado todo en esta demarcación. Es recomendable la zona para turistear
con tantos espacios que se han construido para la recreación.
EL INSTITUTO CANADIENSE DE MÉXICO.
Autor: Fernando Emilio Saavedra Palma.
Para: Todos mis compañeros de esta bella institución.
De
mañana todos cantando los dos himnos nacionales a diario
las
dos banderas hondeando e integrados bien uniformados
las
damitas con la falda tableada de rojo sweater gris y la hoja de maple
esa
hoja de maple roja con dorado esperando la educación a diario.
La
hora de música todos alrededor de la maestra Donadiu cantando
una
de Franck Sinatra, Doris Day o algo mucho muy latino o mexicano
el
juego cotidiano en donde todos convivíamos en un ambiente sano
todo
era un mar de aprender español o inglés y anotarlo en el cuaderno.
Las
hermosas niñas las primeras miradas de ese inevitable crecimiento
los
primeros chistes donde estaba el alumno compañero de la risa único
la
cooperativa de Mari e Isidro con su
encantada salsa un arte culinario
los
amigos de las canicas o la primera novia tan solo en el recreo.
En
todo ello siempre estaba ella con su mirada miss Mc Donald
su
porte magnético y elegante con su voz ronquita siempre de mando
su
mirar fijando la vista al orden en la educación preguntando
y
esperando la respuesta correcta o si no es el caso ella ayudando.
Elizabeth
tu fuerza un encanto
Elizabeth
tu amor educando
Elizabeth
tu inolvidable recuerdo
Elizabeth
tu temple templando
Miss
Elizabeth McDonald Wadroope
vibración
amorosa memoria del alumno
Fernando
Emilio la sigue amando
por
su existencia y su enorme trabajo.
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