AJEDREZ
“COLEGIO LA PAZ”.
“CUENTO
CORTO
DE AJEDREZ EN ESCUINAPA”
PARA
CÉSAR Y ANTONIO GALINDO BASILIO.
Autor: Fernando Emilio Saavedra Palma.
Para: Luis Antonio Galindo e Iris Basilio.
En el Colegio la Paz tenemos asignado un espacio
frente a la cooperativa; ahí colocamos nuestro equipo de ajedrez, dos tableros
para los jugadores que ya juegan, en uno se permite jugar al blitz/ping-pong a
un minuto con compensación de tiempo y en el otro el juego de ajedrez tradicional.
Para los principiantes tenemos tableros elaborados de materiales reciclados y actividades
con el memodrez de tamaño normal y también con el tablero gigante de ajedrez.
Todos nuestros alumnos empiezan desde el primer día de clase a trabajar con la
concentración, herramienta necesaria para poder enfrentar el nivel educativo
que el alumno curse.
AJEDREZ
EL JUEGO MILENARIO.
“CUENTO
CORTO DE CÉSAR Y ANTONIO”.
Había una vez un hermano mayor y un hermano menor
que convivían en el colegio, uno estudiaba primaria y el otro secundaria,
jugaban fútbol soccer, o baloncesto. El
de secundaria un día fue a concursar entre diferentes escuelas a los quemados
ganando por supuesto el colegio que él representaba.
El Colegio la Paz es un lugar majestuoso con mucho
terreno al frente de los salones, un área de juegos tubulares, una cancha de
baloncesto reglamentaria y una enorme techumbre de lámina donde se tiene la
cooperativa y el comedor para degustar en los recreos. En esa misma techumbre
hace dos años llegó el ajedrez y ambos hermanos entraron al taller una vez a la
semana, una hora, los días jueves al terminar las clases, en total son cuatro
horas al mes. Ambos hermanos normalmente asisten y aprenden rápido en el mundo
de los trebejos. Antonio el mayor es muy respetuoso y generoso con todos los compañeros
que juega al ajedrez; en el sorteo les da a elegir el color de las piezas y, si
no están a gusto les da las piezas que gusten, si juegan al blitz les ofrece el
lado que mejor les acomode su tiempo para colocar el reloj, y en ocasiones les
avisa si se equivocan en regalar una pieza en la jugada. Antonio es todo un
caballero dentro del aprendizaje del mundo ajedrecístico, tanto como en su
cotidianidad escolar.
César el menor, es inquieto, juega al blitz o
partidas tradicionales con sus compañeros como: “Lalo, Franco, Sofía, Isabela,
Carol, Enia, Ángel” y por supuesto con su hermano Antonio, le fascina la
competencia, ganar, ganar, y ganar si se puede.
Un día la pelota de baloncesto entró en la canasta y
se fue detrás de los hermanos para visitar a los ajedrecistas, se quedó mirando
a César y Antonio, mientras ellos juegan una partida de ajedrez. La pelota se
quedó contemplándolos a ambos, estaban al cien por ciento concentrados no los
molestaba ni el zumbido de una mosca, la pelota se asombró de tanto silencio y
salió botando enloquecida esperándolos a los dos en la cancha para jugar una
retadora en el calor sofocante al rayo del sol, que los deja siempre empapados
en sudor.
La pelota de baloncesto nunca jamás regresó, pero César
y Antonio seguían con tesón su clase de ajedrez en el mundo de la
concentración. Actualmente los dos tienen destreza con el juego rápido de
ajedrez llamado blitz, ya lo juegan con cierta tranquilidad sin sentirse tan
presionados.
El reloj marca Saitek con el que jugamos blitz o ping-pong
mejor conocido en Latinoamérica, decidió hacerles algunas preguntas a estos dos
magníficos hermanos, verdaderos compañeros de aventuras.
-Caballero y respetuoso Antonio ¿qué película te
gusta más? -Habló el Reloj.
-Antonio contesta- “Infinity War”.
-El Reloj pregunta ¿el color de tu agrado?
-Antonio dice: “el azul”.
-¿Qué te gusta comer? Preguntó el reloj
-Antonio sin pensarlo contestó: “espagueti”.
-¿Y de postre?-Sonreía el Reloj.
-El pastel- Respondió Antonio.
-¿Qué pieza de ajedrez es la que más te gusta? -Insistió
el Reloj.
-La reina –dijo Antonio mientras observaba todas las
piezas.
-¿Quién es tu mejor amigo? –Cuestionó el Reloj.
-Emmiliano –Respondió muy seguro Antonio.
-¿Tu mejor amiga? –Indagó el Reloj.
-Antonio dijo: Carina.
El Reloj ahora le pregunta a César.
-¿Qué película te gusta más?
-César contesta: “Avengers”.
-¿Cuál es el color que más te gusta?
- El rojo- dijo César.
-¿Qué es lo que más te gusta comer?
-César de inmediato dijo: “huevo con chorizo”.
-¿Y de postre?
-El flan -respondió César sonriendo.
-¿Qué pieza de ajedrez es la que más te gusta?
-César también se inclinó ante “la reina”.
-¿Quién es tu mejor amigo?
-Román –dijo César.
-¿Tu mejor amiga? -Preguntó el reloj.
-César contestó: “Lourdes”.
Mientras la pelota de baloncesto salió desaforada a
jugar a la cancha y no quiso saber más del ajedrez, el reloj Saitek terminó su
entrevista, el tablero decidió participar con el cuento corto de Antonio y
César.
Yo, el tablero de ajedrez he jugado por más de mil
años en la faz de la tierra y estoy en los cinco continentes presente
interactuando con niños hasta señores de la tercera edad, y quisiera recordarles
que cuando dos hermanos aprenden ajedrez y lo juegan entre ellos, será para toda
la vida disfrutando por siempre de los trebejos. Jugar ajedrez integra a toda
la familia.
Antonio y César siguen divirtiéndose en sus Clases
de ajedrez en el Colegio la Paz en Escuinapa, Sinaloa México sin olvidar que su
hermandad recibió al juego milenario como un entrenamiento de la concentración.
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