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lunes, 20 de enero de 2020

AJEDREZ TORNEO SECUNDARIA EN EL “COLEGIO EL MOLINO”. CUENTO CORTO “EL RÁPIDO DE MARIO”. “CUENTOS DE AJEDREZ EN ESCUINAPA SINALOA”

      ILUSTRACIÓN POR: Fernando Emilio Saavedra Palma. 

AJEDREZ TORNEO SECUNDARIA  
EN EL “COLEGIO EL MOLINO”.
“CUENTOS DE AJEDREZ EN ESCUINAPA SINALOA”
CUENTO CORTO “EL RÁPIDO DE MARIO”.

Autor: Fernando Emilio Saavedra Palma. 
Para: Olga y Francisco.

El clima en el planeta está cambiando constantemente y por consecuencia también en Escuinapa. Actualmente (invierno del 2019-2020), el frío cala a todos sus habitantes, pasando de las chanclas y los pantalones cortos a los suéteres, calcetines, tenis y hasta chamarras, recordemos que la Perla Camaronera es puro calor ¡y qué calor dios mío!  Con todo lo sucedido en las vacaciones de diciembre, el taller sabatino de ajedrez del Colegio el Molino trabaja y trabaja bien con María Concepción, Regina y Fernando Emilio, instructores del juego milenario básico. Los alumnos han aprendido poco a poco conocimiento ajedrecístico en cada entrenamiento, también desarrollan habilidades y es admirable verlos como van demandando cada día más y más del mundo ajedrecístico. Entre los alumnos se distingue Mario Alberto Romo Sánchez, quien entró con muchas ganas y posteriormente dejó de asistir un buen tiempo, mas el imán del juego lo volvió a reintegrar al taller aún con más ganas que nunca, dejando a los instructores sorprendidos. De hecho, muchos de nuestros ex-alumnos lo hacen así, aprenden a mover las piezas, juegan entre ellos y luego dejan el juego por un tiempo pero después regresan, es comprensible, porque en Escuinapa los papás los impulsan a practicar otras actividades como el taekwondo, baloncesto, fútbol, natación, gimnasia, baile, clases de inglés, regularizaciones académicas o el catecismo sabatino. Tenemos mucha competencia, aún así nuestro pequeño taller subsiste debido a los papás que apoyan a sus hijos. Nosotros damos calidad al 100% a cada uno de nuestros alumnos y con Mario estudiante de primer año se fue dando paso a paso hasta llegar a ganar el primer lugar en el Torneo Blitz (Bullet) del nivel secundaria del Colegio el Molino. El segundo lugar de primer año también fue para Michelle López Oleta y el tercer lugar para Daniel Morales Domínguez de segundo año. Mario es rapidísimo en el juego de los quemados, salta de un lado a otro de la cancha, en segundos brinca y vuelve a brincar sin recibir un pelotazo, es el número uno, gana muchos partidos con su equipo. Por ese motivo le gustó enormemente el juego rápido del ajedrez conocido como el blitz (palabra en alemán que quiere decir “rayo”) o ping-pong en México.

AJEDREZ EL JUEGO MILENARIO

CUENTO CORTO  “EL RÁPIDO DE MARIO

En cierta ocasión, un peón ajedrecístico llegó a la casa de Mario, ya era de noche y el dormía. Mientras Mario soñaba, el peón decidió entrar a su sueño y pidió a las estrellas del cielo lo introdujeran en aquella ilusión. El peón se concentró y se concentró de tal manera, que llegó al paradisiaco mundo de  ensueño de Mario. Cuál sería la sorpresa del peón que encontró a Mario el niño ajedrecista platicando con Jack, sí ese, el de la película de “El extraño mundo de Jack”, el peón rápidamente decidió esconderse en un árbol para que nadie lo viera.  
Mario y Jack platicaban plácidamente muy quitados de la pena, en una banca a la luz de la luna.


Mario le compartió a Jack una de sus mayores delicias: ¿Sabes Jack? me gusta mucho comer espagueti, algunos le llaman sopa de fiesta.

Por su parte Jack contestó: “yo como de todo, también me gusta el color naranja y el negro que adornan la fiesta de halloween”.

-Debes saber que más o menos juego quemados y me gusta mucho el baloncesto, lo juego en la Unidad Deportiva en Escuinapa, mi jugador predilecto es Michael Jordan de los Chicago Bulls y por supuesto me gusta encestar y ver encestar a mis compañeros –dijo Mario.

-Mira Mario, no te quiero espantar, pero yo tengo un equipo de baloncesto, donde los postes son uno monstruo gigante y un fantasma súper-invisible, los medios son un vampiro y una bruja hermosísima y por supuesto, yo  Jack soy el delantero. Cuando gustes invita a ese tal Jordan para que juguemos una cascarita ¿qué te parece?

-Mario sonrió y le dijo: me gusta dibujar animales, tengo una perrita  french poodle y se llama Reina. Escucha, esto es algo muy importante para mí; mi papá es un hombre muy trabajador, mi mamá es demasiado simpática y con mi hermana me llevo muy bien y a veces un poquito mal, pero son mi familia y no los cambiaría por nada.

El Peón desde el árbol escondido le decía en silencio: Mario, Mario, platícale del ajedrez, de tus logros, pregúntale si él sabe jugar al ajedrez. El Peón con todas sus fuerzas se concentró y se concentró pidiéndole ayuda a las estrellas y todo empezó a dar resultado.

-¿Sabes una cosa Jack?
-Soy todo oídos Mario.

-Te voy a decir varias palabras para saber si descubres un juego que me gusta mucho,  por cierto, me gané un premio que me recuerda mucho a ti. Las primeras palabras son: “Escaques, cuadros o casillas, enroque, al paso, problema, composición, rating, celada, aplazamiento, la diosa Caissa, a las ciegas y por último el ahogado”.

-Jack se quedó pensando mirando a la luna y sonrió en silencio, volteo a ver a Mario y le dijo: oye tú eres un niño muy inteligente  ¿es el Monopoly?

-No  -dijo Mario- con una sonrisa que iluminó a la misma luna, y ella, la luna le regresó la sonrisa más espectacular y Mario rápido, rapidísimo como es el en  todo y bien controlado, le dijo las siguientes palabras: “Torre, Caballo, Alfil, Rey, Reina, Peones”… No había terminado de darle más pistas cuando Jack le respondió de inmediato ¡Claro! ¡Es el Ajedrez!  “Cierto” -dijo Mario.

Ahora te voy a platicar que jugué un torneo blitz a un minuto de tiempo con compensación, llamado bullet o bala y con todos los rivales jugué un poco presionado, pero cuando me tocó jugar con mi compañera Michelle me puse nervioso porque con ella ya había jugado bastante esta modalidad, pero me concentré y  pude ganar. Estoy muy contento, espero seguir en la competencia y aumentar más mi nivel.

Jack, en voz baja le dijo a Mario: “te reto a jugar una partida de ajedrez”. Los dos ni tardos ni perezosos sacaron el ajedrez y lo colocaron a la luz de la luna, Jack jugaría con piezas negras y Mario con piezas blancas.

Nuevamente el peón apareció discreto y sin que ninguno sospechara que estaba ahí, le dejó a Mario un reloj de ajedrez en su pie derecho, el joven ajedrecista lo miró y sonrió, sabía quién ganaría la partida.


Mario puso el reloj en la mesa y Jack lo miró con asombro, con algo de miedo, no podía ocultar su nerviosismo, las huesudas manos de Jack empezaron a sudar. Mientras Mario movió g3 y negras c5 (Defensa Siciliana), Jack empezó a perder tiempo, 15 segundos y el blitz inició…

Mario, simplemente volteó a ver a la luna y sonrió en complicidad con ella.

   




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