ILUSTRACION ELABORADA POR:
Fernando Emilio Saavedra Palma.
AJEDREZ DAMA POETA ALMA DIVINA
EN LA CIENCIA FICCION…
Autor: Fernando Emilio Saavedra Palma.
Para: Sor Juana Inés de la Cruz.
Enclaustradas las ideas están a la vuelta de la
esquina
en múltiples neuronas o esquivas ideas de una diva…
AJEDREZ DAMA POETA alma femenina en la lucha
de casillas ajedrezadas en la incomprensible
literatura…
Quien puede pensar que el REY es DAMA
o la dama es rey por la vereda escaqueada…
Todo tiene un tiempo en la PARTIDA
y se da la jugada MAESTRA…
La LUNA es
luna en su variante aplicada
y el SOL es
sol en su jugada perfecta…
…encontrar
la variante indicada
es
el camino sinuoso de cada jugador en la jugada…
CUIDAR a la dama
es
una variante necesaria…
SACRIFICAR a la dama
es
una combinación precisa e indicada…
…encontrar
a la poeta
es
divinidad elevada…
…y
lograr desarrollar inteligencia
femenina
en la literatura es toda una ciencia de vida…
ELLA es la gran Sor Juana
DAMA ajedrezada de la poesía viva y enamorada…
Es
un AJEDREZ
dama
en
la ciencia ficción de la vida cotidiana…
Y ESCONDER a la dama
es
la jugada divina e indicada para dominar la PARTIDA…
Con
la ciencia ficción del poeta se da
un
ajedrez dama 100% enamorada
de
su verbo celestial en su jugada literaria…
es.wikipedia.org
Juana Inés de Asbaje y Ramírez de Santillana, más conocida como Sor Juana
Inés de la Cruz (San Miguel Nepantla, 12
de noviembre de 1651-Ciudad de México, 17 de abril
de 1695), fue una
religiosa y escritora novohispana del Barroco en el Siglo de
Oro. Cultivó la lírica, el auto
sacramental y el teatro, así como la prosa. Por la
importancia de su obra, recibió los sobrenombres de «el Fénix de América», «la
Décima Musa» o «la Décima Musa mexicana».
A muy
temprana edad aprendió a leer y a escribir. Perteneció a la corte de Antonio de Toledo y Salazar, marqués de
Mancera y 25° virrey novohispano. En 1667 ingresó a la vida religiosa a fin de consagrarse por
completo a la literatura. Sus más importantes mecenas fueron el marqués de la Laguna, 28º virrey de la
Nueva España, y su esposa Luisa Manrique de Lara, quienes publicaron sus obras
en la España peninsular. Murió a causa de una epidemia el 17 de abril
de 1695.
Sor Juana
Inés de la Cruz ocupó, junto a Juan Ruiz de Alarcón y a Carlos de Sigüenza y Góngora, un
destacado lugar en la literatura novohispana.[1]
En el campo de la lírica, su trabajo se adscribe a los lineamientos del barroco español en su etapa tardía.
La producción lírica de Sor Juana, que supone la mitad de su obra, es un crisol
donde convergen la cultura de una Nueva España en apogeo, el culteranismo
de Góngora y la obra conceptista
de Quevedo y Calderón.[2]
La obra
dramática de Sor Juana va de lo religioso a lo profano. Sus obras más
destacables en este género son Amor es más laberinto, Los empeños de una casa y una serie de
autos sacramentales concebidos para representarse en la corte.[3
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