“MARÍA TU MARÍA LA MICHOACANA "BABY BOCADO” Y "FITO PÉREZ"
NOVELA
POLÍTICO POLICIÁCA.
XI “El Baby”
y “Fito”
Autor: Fernando Emilio Saavedra Palma.
Soy
María nacida en Uruapan Michoacán, enamorada de la diversidad enorme que existe
en la Ciudad de los Palacios; México, así es conocida esta enorme metrópoli. Ahí
tuve la suerte o la tragedia de conocer al comandante BB mejor conocido como “Baby
Bocado”.
El
me introdujo al mundo de la política; sensor único de todos los países del
planeta, este medio es encantador como duro para sus integrantes tanto políticos
de altos vuelos como los de menor nivel. Todo es un mundo de intrigas y si uno
no sabe jugarlas siempre perderá y, lo conocí demasiado ingenua, pero no hay
mal que por bien no venga.
Existe
el mundo de la policía y la política que fui descubriendo con el BB el es un
comandante atípico; es chaparro, su altura es de 1.65 metros pero totalmente
encantador, demasiado hermoso y con pasión del trópico, sin embargo su sangre
es fría para tomar decisiones. En muchas ocasiones me espantó por lo atrevido
que era, me dejó el estomago vacio y poco faltó para darme un paro cardiaco. El
me presentó a un mundo de personas de todos los medios y poco a poco a los de
la política. A partir de esos círculos de amigos decidí quedarme en el sector
de los políticos, ya que en este medio no se corre ningún peligro, lleva uno
una vida más tranquila, no como el mundo del espectáculo a donde deseaba llegar
a trabajar.
Recuerdo
hace algunos años antes de dejar Uruapan para irme a la capital, pasé una
aventura con un policía federal militar llamado “Fito Pérez” decían sus amigos
que era “el terror de las mujeres”. Los policías en México son muy diferentes,
son difíciles, tienen muchas aventuras, comisiones y están muy peleados por sus
mujeres; muchos de ellos son salvadores de damas de distintos medios. Ellas
pueden saldar su ayuda con dinero, otras prefieren tener sexo a cambio del
favor. Los comandantes no son tan malos como los pintan, pero no todos son garbanzo
de a libra; pero “Fito Pérez” fue mi amigo, desde que nos conocimos no importándole
mi escultural cuerpo (digamos que era una Fanny Cano de mi tiempo), demasiado
voluptuosa por mis senos, garantía para la mirada de los hombres. Fito era un
hombre abierto, medía 1.80 metros de altura, moreno claro, con manos grandes
poéticas, un rostro viril, mirada juguetona, pero cuando algo pasaba sus ojos
se convertían como la mirada del buitre de la montaña. Fue tan amable conmigo
que me dio un aventón a la Ciudad de México en su troca negra poderosa. Siempre
me cuidó desde que nos conocimos, como si fuera su pequeña, una joya valiosa y
siempre en silencio. Jamás me besó y solamente una vez hicimos el amor, sexo o
pasión desenfrenada a cambio de nada, simplemente una entrega de amigos, lo recuerdo
perfectamente, fue el día que nos despedimos y él se marchó a mi hermoso
Uruapan.
Recuerdo exactamente el día que se atravesaron sin
darse cuenta, ni darse importancia “Fito Pérez” y “Baby Bocado”, el BB al verme
me dijo: buenas tardes señorita -con voz gruesa que no iba con su belleza física.
Yo
María, la María mido 1.80, de senos gigantes.
BB:
-Señorita, ¿en qué puedo servirle?
M:
-Estoy buscando un hotel gracias.
Se
acercó con una seguridad increíble que me dejó encantada y me dije canijo
chaparrito, con todo y sus botas me llegaba al nivel de mis pechos, encanto de
los machos, ahí estaba a unos centímetros de mí, con sus ojos gigantes azules
sin inmutarse.
BB:
-Toma mi tarjeta, si no regreso háblame, entro al restaurante y ahorita en unos
minutos salgo.
M:
-Si gracias.
Fito
salió del mismo restaurante a donde entró BB por la misma puerta, esa puerta única
de las panaderías de chinos del distrito federal.
“Fito
Pérez” me dijo: María mi María, me comuniqué con mi superior y tengo que ver a
una persona a unas cuantas calles de aquí, si no nos vemos discúlpame, ya nos encontraremos
en esta viña del señor, ¿no te parece alegre María?
Lo
abracé fuertemente con todo mi amor, en secreto sentía que algo de mí se iba,
pero no se lo dije. Qué difícil es esto de ser mujer romántica y callarse los
sentimientos. Estaba perdida viendo como se alejaba por la calle, le miraba su
espalda ancha, anchísima y sentía que no lo volvería a ver.
BB:
-¡Hola! ya llegué.
M:
-Estoy buscando un buen hotel. Ya tengo uno, me lo consiguió mi amigo de hecho
ya está reservado, pero me gustaría conocer otros por el costo, voy a quedarme varios
días y que no me salga tan caro.
BB:
-Mucho gusto soy el comandante “Baby Bocado” y tengo lo mejor de lo mejor para
ti ¿Qué te parece? Perdón, ¿Cuál es tu
nombre?
M:
-Soy María de la Salud y vengo llegando de Uruapan Michoacán.
BB:
-Pues bienvenida, te hago una caravana a tu portento de mujer ¿A qué te dedicas?
M:
-Canto, bailo, toco la guitarra y espero una oportunidad para entrar a trabajar
aquí en el mundo del espectáculo, ¿qué te parece “Baby Bocado”?
BB:
-Llegaste con el indicado y estas en mi territorio; aquí soy el mero, mero
maromero ¿qué te parece?
M:
-Estoy sorprendida, ¡No puede ser, esto es dios! o acaso ¿eres un ángel?
BB:
-No María, soy un simple mortal, creyente de dios y de la Virgen de Guadalupe.
En
ese momento llegó un muchachillo en un auto deportivo anaranjado y le dio las
llaves a “Baby Bocado”. Con movimientos felinos rápido tomó mi maleta de viaje
con rueditas, abrió la cajuela y le dijo al muchacho: “anda sube esas dos
maletitas” arrojándole una moneda al aire, y agregó: “si se te cae me debes cien
pesos”, el chamaco logró tomar la moneda con un giro de equilibrista y el
comandante le dijo: apuntalo a mi cuenta brother, o pasa con el viejo Antonio.
Lentamente
se acercó a mí, me abrió la puerta y me dio la mano para subir al auto, cerró
la puerta y se subió al volante. Rápidamente abrió la cajuelita de enfrente
buscando entre sus casetes y encontrando el que quería; “Caminos de Michoacán”
con Amalia Mendoza la Tariacuri, lo puso a todo volumen y arrancó rechinando
llantas, se pasó un alto y los policías del crucero lo saludaron con singular alegría.
María
tu María
que
yo enamoraría
María
la María
alma
que me mira
María
nuestra María
pasionalmente
la sentiría
María
las Marías
que
acariciarías…
No hay comentarios:
Publicar un comentario