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jueves, 16 de abril de 2015

AJEDREZ – JOSÉ RAÚL CAPABLANCA Autor: Fernando Emilio Saavedra Palma. Para: La comunidad ajedrecística cubana.

ILUSTRACIÓN POR: Fernando Emilio Saavedra Palma.
AJEDREZ – JOSÉ RAÚL CAPABLANCA
Autor: Fernando Emilio Saavedra Palma.
Para: La comunidad ajedrecística cubana.

Niño prodigio cuajando a campeón del Mundo
único en su momento grandiozo y divino…
Talento en su juego y en su concepto de tiempo
Gentleman- Gigoló -Dandi -Galán- Varón Macho
Diplomatico…
Ingeniero…
Sus partidas sin tiempo son testimonio legado
José Raúl Capablanca invento su juego con el Ministro
Y su pensamiento viaja por el universo ajedrecístico…

¡OH! Capablanca elegante de cuidado
de elegantes finales mortales e inmortales del juego
rey extraordinario americano…

¡OH! Capablanca elegante de cuidado
de 1921-1927 campeón del mundo
con la Dama-Reina a su cuidado… 

¡OH! Capablanca elegante de cuidado
bailando dejaste un sello ajedrezado
en un silencio del intelecto humano…

¡OH! Capablanca de cuidado
dejaste en tu isla tu tablero marcado
y amaste el ajedrez de cubano a cubano…


www.chesshistory.com
José Raúl Capablanca y Graupera

 (La Habana19 de noviembre de 1888 - Nueva York8 de marzo de 1942) fue unajedrecista cubanocampeón mundial de ajedrez de 1921 a 1927. Por su genio precoz, fue apodado "el Mozart del ajedrez"; por el aura de invencibilidad en su época dorada se le llamó "la máquina del ajedrez".
Nació en el Castillo del Príncipe, instalación militar de La Habana colonial (provincia de Cuba), el 19 de noviembre de 1888. José Raúl fue el segundo hijo de José María Capablanca Fernández, natural de Bayamo, Oriente, oficial del ejército español —Cuba no había aún conseguido su independencia— y la matancera María Graupera Marín.
Según su propio relato, Capablanca aprendió las reglas del juego a los cuatro años de edad, observando a su padre jugar con amigos. En el transcurso de una de las partidas, que éste jugaba habitualmente por las tardes con el General Loño, de quien era asistente, observó que don José María, movía el caballo de una manera no permitida; ante la sorpresa de todos, lo acusó de hacer trampas y pasó a demostrarle lo que había hecho.
Cuando el niño cumplió los cinco años su padre comenzó a llevarlo al Club de Ajedrez de La Habana. A los mejores jugadores del club les fue imposible derrotarlo dándole ventaja dedama. En diciembre de 1901, a la edad de trece años, derrotó al campeón nacional cubanoJuan Corzo con el resultado de 4 victorias, 3 derrotas, y 6 tablas, alcanzando el título de campeón de Cuba.

Hacia la cima
Terminó sus estudios en el Instituto de Bachillerato de Matanzas. Su familia no disponía de recursos como para permitirle estudiar en el extranjero, pero en vista de sus buenos resultados académicos, su mecenas Ramón San Pelayo se dispuso a financiar su formación en los Estados Unidos. Cursó la secundaria en la Escuela Woodycliff de Nueva Jerseyaspirando a entrar en la Universidad de Columbia para seguir la carrera de ingeniería química. Sin embargo, permanentemente distraído por su pasión en el juego ciencia, sólo cursó los dos primeros años.
En 1905 comenzó a frecuentar el Club de Ajedrez de Manhattan: En la noche del 6 de abril de 1906 participó en un torneo relámpago en el que, tras sucesivas partidas eliminatorias, venció al gran Emanuel Lasker, ante el asombro de todos, adjudicándose el torneo. Lasker estrechó la mano de su vencedor diciéndole: "Es notable joven, usted no ha cometido errores".
En su primer encuentro internacional, enfrentó al maestro norteamericano Eugene Delmar, a quien le ganó todas las partidas, a pesar de haberle otorgado ventaja de peón y salida.
Entre fines de 1908 y 1909 participó en una prolongada gira estadounidense; de un total de 734 partidas, ganó 703, entabló 19 y sólo sufrió 12 derrotas.
En 1909, a la edad de 20 años, Capablanca ganó un encuentro al campeón estadounidenseFrank Marshall (+8 -1 =14). Fue la insistencia de Marshall lo que permitió que se le dejara participar al joven Capablanca en el torneo de San Sebastián, España en 1911. Ésta era una de las competiciones más importantes de la época; todos los grandes jugadores del planeta estarían presentes excepto el entonces campeón mundial Emmanuel Lasker. Al inicio del torneo Ossip Bernstein y Aaron Nimzowitsch objetaron la presencia del invitado pues éste no había ganado todavía ninguno de los grandes torneos. Sin embargo, después de que Capablanca ganara su primer juego contra Bernstein (en una partida que le otorgaría el premio a la brillantez),1 éste reconoció su talento y dijo que no se sorprendería si su vencedor terminaba ganando la presa mayor.
Tras una movida durante un juego en la variedad de ajedrez rápido, Nimzowitsch se ofendió a raíz de un comentario de Capablanca, a quien respondió: "Los jugadores sin trayectoria deberían mantener la boca cerrada en presencia de sus superiores". En el acto, Capablanca retó a Nimzowitsch a enfrentarlo en una serie de juegos rápidos, los cuales ganó fácilmente. Los maestros presentes en el lugar concluyeron que el joven cubano era insuperable en la variante rápida, distinción que le correspondería hasta el final de su vida. Capablanca efectivamente terminó ganando el campeonato (nuevamente frente a Nimzowitsch), usando una apertura muy admirada por Mikhail Botvinnik,2 y asombrando el mundo del ajedrez al ganar con balance de +6 -1 =7, delante de Akiba RubinsteinCarl Schlechter y Siegbert Tarrasch.
En 1911 retó a Lasker por el campeonato del mundo. El alemán aceptó el desafío, pero propuso 17 condiciones para el cruce. Capablanca no estuvo de acuerdo con algunas y no llegaron a un acuerdo.
En 1913 jugó en La Habana y terminó segundo detrás de Frank Marshall, habiendo perdido una de las partidas contra el norteamericano después de tener una posición ventajosa.3Reuben Fine afirmó que Capablanca había exigido al alcalde el desalojar a todos los espectadores para que no lo vieran en el mal estado de ánimo mientras perdía. Esta historia ha circulado en libros y en la Red; sin embargo, el libro de Edward G. Winter (véase aquí) documenta que la historia de Fine no tiene ningún fundamento. Demuestra en cambio que los 600 espectadores presentes, que naturalmente apoyaban a su compatriota, le dieron a Marshall una fuerte ovación. Las notas del mismo Marshall corroboran esta versión: Cuando oyó el griterío de la multitud creyó que lo iban a linchar, por lo que pidió una escolta de seguridad para que lo llevara rápidamente a su hotel. Después le contaron lo que había sucedido en realidad.
Inmediatamente después de esto Capablanca obtuvo un resultado de +13 -0 =0 en un torneo en Nueva York, aunque Oldrich Duras era el único Gran Maestro Internacional entre sus rivales.
En septiembre de 1913 consiguió un trabajo en el Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba. El sueldo mediano le permitió seguir disfrutando de su pasión ajedrecística y realizar algunos viajes al exterior en busca de nuevos desafíos. Durante muchos años fue el cubano más famoso.
Luego jugó una serie de partidas en Europa contra los mejores jugadores de la época: enBerlín derrotó a Jacques Mieses y a Richard Teichmann; en San Petersburgo jugó una serie de seis partidas, dos contra Alexander Alekhine, dos contra Yevgeni Znosko-Borovski y dos contra Fedor Duz-Khotimirsky, perdiendo una vez contra Znosko-Borovski y ganando el resto. Estos fueron sus primeros encuentros con Alekhine, quien fue superado ampliamente.4 5 Luego en Riga batió a Nimzowitsch en un elegante final de alfiles de color opuesto.6 En Moscú venció a Bernstein en una partida que aparece en muchas antologías como una joya por la jugada ganadora 29... - Db2!!, y por la nueva estrategia de peones colgantes.7 En Kiev superó a Bogatyrchuk entre otros. Ya en Viena derrotó a Richard Réti en una partida y a Savielly Tartakower 1,5-0,5. Capablanca dio también un gran número de partidas simultáneas destacadas por su rapidez y gran cantidad de victorias.
En el gran torneo de 1914 en San Petersburgo, con la participación de la mayoría de los mejores jugadores del mundo (con la excepción de los del Imperio austrohúngaro), Capablanca se encontró con el gran Lasker por primera vez en un torneo normal (el cubano había ya ganado la final del mencionado torneo de ajedrez relámpago de 1906, en el que innovó con una ahora famosa composición final). Capablanca tomó ventaja de un punto y medio en las rondas preliminares, y obligó a Lasker a luchar por el empate.8 9 Ganó nuevamente el premio por brillantez contra Bernstein 10 y tuvo algunas victorias importantes contra David Janowsky,11 Nimzowitsch 12 y Alekhine.13
Sin embargo, fue víctima de una notoria mejoría de Lasker en la segunda parte del torneo, que incluyó una famosa victoria del alemán.14 Terminó segundo, detrás de Lasker con 13 puntos contra 13,5 del alemán, pero delante de Alekhine, quien finalizó en tercer puesto. Al concluir el torneo, el Zar Nicolás II proclamó a los cinco ganadores de premios (Lasker, Capablanca, Alekhine, Tarrasch y Marshall) como "Grandes Maestros del Ajedrez".
En 1920, Lasker se dio cuenta de que Capablanca se estaba haciendo demasiado fuerte y, decidió renunciar al título en favor de éste, añadiendo: "Usted ha ganado el título no por la formalidad de un desafío, sino por su brillante maestría". El cubano prefería ganarlo en una partida, pero Lasker insistió en que era él ahora el retador. En 1921 jugaron el campeonato en La Habana donde Capablanca venció al alemán sin perder una sola partida: +4 -0 =10. No sería sino hasta ocho décadas más tarde cuando esto se repetiría, cuando en el año 2000 Vladímir Krámnik le ganó a Garry Kasparov +2 -0 =13.

CAMPEÓN DEL MUNDO
El nuevo campeón del mundo, Capablanca, dominó en Londres en 1922. Hubo un número interesante de jugadores fuertes y se creía que el campeón no debería poder evadir retos a su título como había sucedido en el pasado. En este torneo, algunos de los mejores jugadores de la época (Alexander Alekhine, Efim BogoljubovGéza MaróczyRichard Réti,Akiba Rubinstein, Tartakower y Milan Vidmar), se reunieron para discutir reglas para los campeonatos mundiales por venir. Entre otras cosas, una de las condiciones propuestas por el campeón fue que el aspirante al título tendría que reunir al menos diez mil dólares para el premio.
En los años siguientes, Rubinstein y Nimzowitsch desafiaron a Capablanca pero no lograron reunir el dinero.
Resultó segundo en Nueva York en 1924, otra vez por delante de Alekhine. En 1925 fue tercero en Moscú detrás de Efim Bogoljubov y Lasker. Pero en 1927 dominó el torneo en Nueva York contra seis jugadores sin perder una partida y con 2,5 puntos más que Alekhine.
En este periodo también hubo varios cambios en la vida personal del maestro. En diciembre de 1921 se casó con Gloria Simoni Betancourt. Tuvieron un hijo, José Raúl, en 1923 y una hija, Gloria, en 1925, pero el matrimonio terminó en divorcio. También perdió a su padre y a su madre.