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viernes, 13 de octubre de 2017

FERNANDO EMILIO SAAVEDRA PALMA ENCUENTRO CON ESCRITORES XXVII.LIC. MANUEL LÓPEZ GALLO. Autor: Fernando Emilio Saavedra Palma. Para: Manuel López Gallo IN MEMORIAM.

Ilustración por: Fernando Emilio Saavedra Palma.
FERNANDO EMILIO SAAVEDRA PALMA ENCUENTRO CON ESCRITORES XXVII.
LIC. MANUEL LÓPEZ GALLO.
Autor: Fernando Emilio Saavedra Palma.
Para: Manuel López Gallo IN MEMORIAM.

Yo le decía Don Manuel, y sus amigos de muchos años atrás le decían don Manuelito, existía una lealtad increíble entre ellos. El Ing. Aníbal jugaba de apuesta siempre con el Lic. Benítez y cuando se le acababa el dinero don Manuel lo apoyaba para seguir en esas partidas de apuesta heroicas en la librería Gandhi. En las discusiones que se generaban por el calor del juego decidieron contratar a un árbitro y entre estos réferis, me tocó ver al M.I. Guillermo Domínguez “El Willy” por supuesto pagándole sus honorarios.
Daré el dato de la apuesta debido a las pláticas tanto con Aníbal como con Benítez. En un día uno podía perder 3000 pesos y el otro ganarlos pero lo interesante es que jugaban a diario. Estos ajedrecistas profesionales de la apuesta son como en Nueva York que juegan de a dólar. Sin embargo el mes le redituaba a alguno de los dos. Jugar de apuesta es algo que muchos jugadores de ajedrez lo hacen para cobrar su clase en el tablero y se puede jugar una cantidad módica a cantidades como nuestros personajes. Don Manuel tenía el gusto por la apuesta y siempre apoyó a sus amigos. Conmigo la apuesta siempre era de café y nuestras pláticas inolvidables. Recuerdo que cuando llegábamos a un tema que era demasiado interesante en la plática y mis preguntas eran agudas como un jaque constante, él inteligentemente me decía: “ya no lo recuerdo, se me olvidó, con esto de ser viejo a uno  se le olvidan las cosas”, con los que no eran sus amigos los miraba fuerte como “Gallo de Jalisco” y les soltaba alguna palabra altisonante o un refrán inentendible para los citadinos, muy de provincia, muy de rancho, muy de pueblo. Don Manuel nunca dejó de ser de Jalisco y con sus amigos reía a carcajadas (conmigo siempre lo hizo).

Un día de tantos que jugamos ajedrez me platicó una anécdota de Carlos Hank González. Todo comenzó cuando le hice esta pregunta. 

¿Don Manuel como conoció a Carlos Hank González el maestro?

Tengo muchos años escribiendo en diferentes espacios periodísticos y recuerdo que escribí de él en un artículo de Excélsior algunas críticas y puntos que no estaba de acuerdo.  Días después sonó el teléfono  y era de la oficina de Carlos Hank González invitándome a platicar al respecto.  

No asistí a su invitación, por múltiples ocupaciones.

Evidentemente seguí escribiendo con la misma tendencia, posteriormente volvió a sonar el teléfono, platicamos los dos y me dijo que mandaría a su chofer  por mí. Le comenté que yo llegaría solo y así fue. Estando los dos frente a frente platicamos bastante y el señor sabía lo que decía siendo caballeroso y cortes. Salí de su oficina pensando y analizando lo platicado con Carlos Hank Gonzalez. Tú Fernando Emilio debes de saber que fue presidente municipal de Toluca, gobernador del Estado de México regente de la Ciudad de México y Secretario de Turismo y de Agricultura, cuando platicamos me contestó todas mis preguntas. Por supuesto lo único que le faltó fue ser presidente.

No se hable más y juguemos una partida de ajedrez, llamó a Jesús uno de los meseros preferidos de la Gandhi y le dijo: tráele un café a Fernando Emilio, el de costumbre y va por mi cuenta.
El Lic. Manuel López Gallo es un mar de anécdotas; hombre de palabra, se divertía albureando y por supuesto fomentó el ajedrez en México. Trajo las primeras editoriales como: Escaques, Martínez Roca, Aguilar y en su editorial El Caballito escribió sobre ajedrez, recordarlo es disfrutarlo enormemente, de estatura baja siempre bien arreglado de traje y con su inseparable sombrero.

      Librerías el Sótano.
    HAIKÚ
    Guadalajara.
    Don Manuel López Gallo.
    ¡Un gallo fino!