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martes, 19 de julio de 2011

M.I. DENIS VERDUGA ZAVALA.

              FOTOGRAFÍA TOMADA DEL BUSCADOR DE Google.
M.I. DENIS VERDUGA ZAVALA.
Denis Verduga Zavala (ur. 14 marca 1953) – meksykański szachista i trener szachowy, reprezentant Ekwadoru do 1985, mistrz międzynarodowy od 1975 roku.

Entrevista hecha por: Juan Cervera Sanchís.
Del libro inédito Ajedrez: Pasión y Misterio.

Denis Homero Verduga Zavala es maestro internacional de ajedrez desde 1975 y tiene una norma de Gran Maestro Internacional a partir de 1986. Dirige la Escuela Internacional de Ajedrez desde 1990 y es entrenador nacional de la Federación Nacional de Ajedrez de México desde 1996, así como entrenador certificado FIDE, asesor y miembro del Consejo Mundial de Entrenadores de la FIDE y conductor máster de SICCED, certificado para entrenadores de México 2000.
El maestro Verdugo Zavala vino al mundo en Guayaquil Ecuador, en 1953. Nacionalizado mexicano juega por México desde 1981 apoyado siempre por la Federación de México.
En amigable charla ante una humeante y olorosa taza de café rememora.
-Aprendí a mover las piezas a los 15 años de edad. Mi primer instructor fue mi hermano Roberto, unos años mayor que yo. Yo estudiaba en la escuela “Vicente Roca Fuente”, que contaba con 5 000 alumnos, allá en Guayaquil. Fue ahí donde comencé a practicar el juego. Me apasionó tanto que absorbió mi vida. Llegué a estudiar el ajedrez entre 10 y 12 horas diarias. Fui seleccionado para jugar por Ecuador en un importante torneo. Recuerdo quienes fueron mis compañeros de equipo:
Joaquín Chonillo, Francisco Aguirre y Osvaldo Yepes, por cierto que este último le ganó una partida a Fischer en las Olimpiadas de 1960 en Alemania. Junto a ellos aprendí la profunda disciplina mental que el ajedrez exige en el nivel de alto rendimiento.
Tras saborear un nuevo sorbo del oloroso y humeante café. Denis Homero, continua hablando recuerdos:
-No olvido cuando jugamos en el Campeonato Panamericano por equipos en 1971. Fue en Argentina. Yo fui el mejor segundo tablero en aquel torneo, que fue por muchas razones trascendental para mí, pues me permitió conocer a Robert Fischer.

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EL G.M. ROBERT FISCHER.
 Robert James Fischer, más conocido como Bobby Fischer (* Chicago, Illinois, Estados Unidos, 9 de marzo de 1943 - Reikiavik, Islandia, 17 de enero de 2008[1] ), fue un gran maestro de ajedrez, campeón mundial entre 1972 y 1975. Obtuvo el título máximo del ajedrez mundial al vencer al soviético Borís Spassky en el denominado «match del siglo». De origen estadounidense, poseía la nacionalidad islandesa y se consideraba refugiado político, perseguido por traición en su país natal.

-¿Cómo juzga la situación actual de este admirable genio del ajedrez?
-Lamento mucho lo que está ocurriendo con Fischer. Él para mi tiene un lugar excepcional como jugador. Pienso que la Federación Mundial de Ajedrez debe apoyarlo en estos momentos tan críticos que él está sufriendo. Un hombre de esta dimensión merece el respaldo de todos los ajedrecistas del mundo y, por supuesto, de todas las mujeres y hombres  inteligentes del planeta. Es una obligación moral la que tenemos todos el  salir en su defensa, simple y sencillamente por un código ético elemental. Yo espero que salga bien librado de la situación que atraviesa. Los ajedrecistas del mundo, repito, debemos tomar e izar la bandera de su defensa pues lo que ha hecho. Fischer por el ajedrez no lo ha hecho nadie.
-A más de Fischer, ¿a qué otros grandes maestros del ajedrez admira?
-Al genial Mago de Riga M. Tal, por su arte y sus célebres sacrificios, y a Kaspárov, quién ocupa el más elevado pedestal dentro de la alta y compleja tecnología que existe en nuestros días para el juego de ajedrez. Hoy, los jugadores de primer nivel, se preparan como nunca antes y Kaspárov, dada su preparación y su excepcional talento se mantiene en el lugar número uno. En verdad es un jugador increíble. No obstante, debemos recordar en justicia que Fischer fue el pionero en cuanto a la difusión del juego en nuestra época moderna.
-Háblenos de su experiencia como entrenador.
-Sin una determinante vocación no es posible ser un buen entrenador. Es  un trabajo que exige una inequívoca vocación. No se trata de una chambita más en busca del cheque. Eso jamás nunca. Aunque no falta gente así. En todas las profesiones, desgraciadamente, se cuelan los espúreos. En este trabajo, hablo por mí, yo no me ocupo únicamente de los talentos. Yo enseño también a niños ciegos y sordomudos, a personas de la tercera edad y con síndrome de Down. En Uruapan, Mich., trabajé con sordomudos. Tenía traductor que me ayudaba. Un día no llegó. Entonces descubrí que podía comunicarme con ellos a través del idioma del alma, gestos, sonrisas. ¡Ah, Dios!, fue una experiencia maravillosa e inolvidable que me llevó a reflexionar mucho.
-¿A qué niños de talento, y con posibilidades de convertirse en jugadores de primera fuerza entrena?

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G.M. MANUEL LEÓN HOYOS.
 Manuel León Hoyos (10 de febrero de 1989, Mérida, Yucatán, México) es un Gran Maestro Internacional de ajedrez. En la lista de la FIDE de septiembre de 2010 tiene un Elo de 2579. Ocupando la primera posición en México.

-En México tenemos a jugadores excepcionales como Manuel León Hoyos y Sergio Morales. Yo actualmente estoy entrenando a dos importantes promesas: pablo Tapie Amione de 14 años de edad y Julián Rojas Alarcón de 12. Ellos van a participar próximamente en las Olimpiadas de Ajedrez en Grecia.
-En México contamos ya con un grupo de jugadoras muy interesante, pero no todas llegan a cristalizar. Puedo hablarle de mi hija Mariana, quién a su 16 años ganó la Sub 16 Olimpiada en Hermosillo, Sonora. Yo aspiro a que llegue a emular a Yadira Hernández Guerrero, la mejor, sin discusión alguna, jugadora de México. Quiero insistir respecto a que el ajedrez es trabajo y más trabajo, es pues disciplina y estudio constante y, naturalmente, creatividad. Sólo así podemos obtener buenos resultados, pero en México, todavía, para muchos, es un juego de distracción. Pienso que debemos aprender de Europa, que es la catedral, donde se trabaja con programas y objetivos muy bien definidos.




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