Páginas

sábado, 23 de marzo de 2013

AJEDREZ “GEN” GENÉTICO CIENCIA FICCIÓN…CUENTO CORTO. Autor: Fernando Emilio Saavedra Palma. Para: Howard Phillips Lovecraft.


ILUSTRACION ELABORADA POR: Fernando Emilio Saavedra Palma.
AJEDREZ “GEN” GENÉTICO CIENCIA FICCIÓN…
CUENTO CORTO.
Autor: Fernando Emilio Saavedra Palma.
Para: Howard Phillips Lovecraft.

 

DERRAMANDO el ajedrez por el destino

la hiper-ciencia lo incluye como “Gen”en su camino…  

 

CORAZONES-CEREBROS y nodos neuronales al punto

lo aclaman al tablero en su juego único…

 

El KLAN-CLON “Gen” genético

pertenece al mundo…

 

Y en arborescencias fractales en lo químico

nos lleva firme y lógico a lo analítico…

Juego excepcional del hombre lúdico

agua vital del conocimiento puro…

 

DIAMANTE depurado luz iridiscente gigantísimo

y claro muy transparente y cuántico…

 

DINAMICO de conciencia proyección a lo matemático

introspección de una partida a lo jugado…

 

Ajedrez “Gen” genético

galaxia nebulosa telecomunicación de nodo a nodo…

 

Ajedrez invento

del tiempo en múltiples tiempos en su tiempo…

 

Preciso elemento pragmático

adentro del tablero y en tu CEREBRO…

 

El Ajedrez “Gen” genético

es un A.D.N. de tu pensamiento en un momento…

 

DIAGNOSTICO radiografía en la geometría de tu cuerpo

aliento perfecto de un suspiro en equilibrio enamorado…

 

TODOS los niños del mundo

los que han pasado (grandes maestros de la historia)

los niños prodigio…

 

Susan-Sofia y Judit Polgar las DAMAS del TABLERO…

Magnus Carlsen un ajedrecista prodigio…

 

Todos ellos tendrán  al Ajedrez como

un “Gen” genético…

 

ESPIRAL cuántica invisible del juego milenario

se abre al mundo humano

en un gen solar energético flexible y DINAMICO…

 

Ajedrez tradicional sin tiempo

ajedrez activo y selectivo

ajedrez masivo y de entretenimiento

ajedrez firma de un juego iluminado

en un conglomerado de un banco

de material humano…

 

El ajedrez es 100 % puro y genético…
Fernando Emilio Saavedra Palma.

 
 
hankover.blokspot.com
Howard Phillips Lovecraft
 (Providence, Estados Unidos, 20 de agosto de 1890 – ibídem, 15 de marzo de 1937) fue un escritor estadounidense, autor de novelas y relatos de terror y ciencia ficción. Se le considera un gran innovador del cuento de terror, al que aportó una mitología propia (los mitos de Cthulhu), desarrollada en colaboración con otros autores y aún vigente. Su obra constituye un clásico del terror cósmico materialista, una corriente que se aparta de la temática tradicional del terror sobrenatural (satanismo, fantasmas), incorporando elementos de ciencia ficción (razas alienígenas, viajes en el tiempo, existencia de otras dimensiones). Lovecraft cultivó asimismo la poesía, el ensayo y la literatura epistolar.

El erudito lovecraftiano Rafael Llopis escribió sobre el autor: «Educado en un santo temor al género humano (exceptuando de éste a las "buenas familias" de origen anglosajón), creía que nadie es capaz de comprender ni de amar a nadie y se sentía un extranjero en su patria. Para él "el pensamiento humano (...) es quizá el espectáculo más divertido y más desalentador del globo terráqueo"».[1]

En su estudio Danza macabra, el escritor de horror Stephen King afirma que Lovecraft es «el príncipe oscuro y barroco de la historia del horror del siglo XX».[2] Además, por contraposición al mal interno o psicológico, «el concepto de mal externo tiene más alcance, es más impresionante. Lovecraft así lo entendió, y es lo que hace a sus historias de extraordinaria, ciclópea maldad, tan efectivas cuando son buenas. [sus mejores cuentos] nos hacen sentir el peso del universo suspendido sobre nuestras cabezas, sugieren fuerzas sombrías capaces de destruirnos a todos solo con gruñir en sueños».[3]

Para su biógrafo S. T. Joshi, Lovecraft «no era un "extraño en este siglo", como afirma de sí mismo el protagonista de su cuento "El extraño". Si se estudian detenidamente sus historias se observará en ellas algo más que los sueños escapistas de un anticuario caduco: enseguida encontramos datos como el descubrimiento de Plutón, citado en "El que susurra en la oscuridad" (1930), o la entonces todavía controvertida teoría de la deriva continental, en la novela En las montañas de la locura (1931). Y ahondando más, en la ficción más tardía, nos topamos repetida y significativamente con Einstein, Planck y Heisenberg, y también las metáforas sobre el futuro desarrollo estético, político y económico de la humanidad, que se transparentan en las civilizaciones alienígenas que aparecen en "La tumba" (1929-30), En las montañas de la locura y "La sombra más allá del tiempo"».[4]

Según la destacada escritora estadounidense Joyce Carol Oates, «la mística identificación de Lovecraft con sus escenarios del Massachusetts rural y las antiguas colonias de Salem, Marblehead y Providence, sugiere un Trascendentalismo paródico en el que el "espíritu" reside en todas partes excepto, posiblemente, en los seres humanos». Lovecraft, en suma, como ocurre con Edgar Allan Poe desde el siglo XIX, ha ejercido «una influencia incalculable sobre sucesivas generaciones de escritores de ficción terrorífica».[5]

Por su parte, el novelista francés Michel Houellebecq declaró: «Yo descubrí a HPL a los dieciséis años gracias a un "amigo". Como impacto, fue de los fuertes. No sabía que la literatura podía hacer eso. Y, además, todavía no estoy seguro de que pueda. Hay algo en Lovecraft que no es del todo literario».[6

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario