ILUSTRACIÓN POR: Fernando Emilio Saavedra Palma.
MUJER
DE OJOS VERDES
NOVELA:
AMOR-Amor-amor-LOVE-Love-amor-amor-amorosa.
VERDE-Verde-verde 2.
Autor: Fernando
Emilio Saavedra Palma.
Ojos verdes, verdísimos esmeraldas
lágrimas enamoradas y 100% amadas…
Ojos verdes, verdísimos aceitunados
de sabores diferentes con sus redondos
soles amorosos
verde olivo con tenue sabor pistache
enamorante
verdísimo Amor AMOR amor LOVE pasto de
tu pelo verdoso
combinado con tu falda verde muy pegada
a tu bendito cuerpo femenino
Mujer verde guerrera-guerrerense de la
sierra de Guerrero
montañas-sierras-fauna clorofílica de
vida con aire amor a la naturaleza
Ojos verdes de mujer cromosoma verde
corazón
como la música de tu vientre niña
adolescente amante de mi ser poético
carretera de tu amor topográfico verdoso
trébol de tu sexo de cuatro hojas altivo
encrispado a mi amor de un día recorrido
fugaz como la humanidad en un segundo
cósmico
verde universo de tu alma flotante
endosada a mi cuerpo por unas cuantas
horas
el poeta carretera del amor Love-love-love
enamorándolo y amándolo por un día
carretera carretero carretereando en tus
claras fibras
del tiempo-destino de tu cuerpo ondulado
y bello.
Espeluznante
belleza de mujer aún niña esperando al personaje que la sacará a bailar o
simplemente la plática. Todo era fiesta
en la fiesta por la noche en la ciudad
defeña donde se vuelven venas várices
adoloridas de tráfico que no dejan de latir, hasta la madrugada cuando todos
los centros nocturnos cierran y aparentemente
todo acaba.
-Llegando
al lugar ya estaban la mayoría “flameados” andaban pasados de copas. Estaba el
lugar vacío sin mujeres. De repente salió una mujer exuberante tomó el
micrófono y empezó cantar, todos los varones ahí presentes chiflamos y no
dejamos de mandarle besos.
Mientras
tanto nos acomodamos en las mesas, ninguna reservada todo el lugar era para
nosotros.
-Repentinamente
el Abuelo subió con la “susodicha” y no la soltó por ningún momento, la estuvo
pasteleando hasta plantarle un enorme beso que todos festejamos. Esa rubia
voluptuosa salió corriendo por tan atrabancado personaje garañón. No habían
pasado ni quince minutos cuando llegaron todas las damas y entre ellas “ojos
verdes”, una joven muy joven, a comparación de todas las demás, realmente una
adolescente.
-
Gracias a las chicas nos enteramos que la rubia no era rubia sino “rubio”, un travesti que trabajaba ahí en el hotel y
todos en son de burla, risa y demás cotorreamos al Abuelo.
Él
muy serio con gran porte subió, tomó el micrófono y a todos nos dijo: ofrezco
disculpas a todos mis familiares, esposa e hijos, pero con estas copas demás en
el mundo etílico se comenten muchas barbaridades y el alcohol es incontrolable “vengase
pa´ca mi guera” deme mi beso “y le recuerdo que la boca no tiene sexo”.
Era
el fin de semana y todos al disfrute femenino de la noche. Ahí estaba el papá del Toño, era el festejado
por su cumpleaños número 70. Y toda la
palomilla, la flota, la banda, los
famosos cuates llegarían en unas cuantas
horas.
El
lugar como tantos, un encantador hotel con variedad por la noche con un escenario para los
show´s. Una ciudad tan grande ofrece espectáculos nocturnos impensables.
La
pequeña pista para bailar bien re-re-pegados y las mesas infaltables para el
consumo de las bebidas, todo un arte mercadológico cuando llegan las féminas de
diferentes lugares similares del distrito federal.
La
mayoría llegaba al lugar porque entre ellas se avisaban en donde se ponía bien
y, aparecían nuevas chicas que llegaban a trabajar en el medio.
Pasando
lista:
El
Abuelo, Lalo el negro, el famoso Gondolón llegó con su gurrumina una ex-lata
con la cual se vendían pizzas L-4
Renault llena de calambres; cuates, el Pacorro, Mayo, Rudy, el Pullo, Nachito,
un grupo como de veinte personajes era la bola y entre ellos el que suelta la
pluma de ese momento amante de la noche con sus mujeres.
Un
México amoroso de los 70´s.
El
verde de unos ojos inimaginables
cautiva
la mirada de cualquiera y en los hombres
Perfectos
amantes
donde
lo felino amando a la mujer son puros placeres.
CONTINUARÁ.
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