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domingo, 15 de octubre de 2017

RELATOS EN LA COLONIA DEL VALLE (1) MÉXICO, D.F. (CIUDAD DE MÉXICO) Autor: Fernando Emilio Saavedra Palma. Para: La Colonia del Valle en la Ciudad de México.

       Ilustración por: Fernando Emilio Saavedra Palma.
RELATOS EN LA COLONIA DEL VALLE (1) MÉXICO, D.F.
(CIUDAD DE MÉXICO)
Autor: Fernando Emilio Saavedra Palma.
Para: La Colonia del Valle en la Ciudad de México.

Hace algunos años, un 28 de noviembre de 1968 Guillermina Palma Baca nuestra madre murió. Nos encontrábamos en la agencia funeraria de Gayosso; Felix Cuevas en la capilla 7, velando a nuestra mamá. Yo tenía 8, la Bola 17, Nanis 19 y Willy 22. Era difícil de creerlo ahí estaba muerta a unos cuantos pasos de nosotros. La observé y le hablé bajito casi en silencio comentándole mis secretos infantiles. A solo 24 horas de su partida ya la extrañaba, fue impactante verla en el ataúd color gris con un Cristo al centro y su ropa inconfundible que hasta hoy recuerdo. Su rostro blanco, pálido parecía dormir. Pasaron los minutos, las horas y los cuatro hermanos nos metimos a un privado, ahí nos desbordamos en llanto incontrolable, brotaron nuestros sentimientos, nos mirábamos con una impotencia que hasta hoy en día cada uno la siente por su partida. Ella tan solo tenía 43 años, unos a otros nos mirábamos sin saber que decirnos y seguíamos llorando. Ese fue nuestro último abrazo cerca de nuestra madre.  Posteriormente cada quien buscaría sus propios intereses en la vida que fueron aflorando en cuatro individualidades. Un par de días atrás (todavía me recuerdo de niño), me escondía debajo de su escritorio y la Mona mi mamá escribía y escribía,  leía y leía, bueno pensándolo bien a estas alturas tal vez si ella hubiera vivido otro destino seria el mío y, no me encontraría sumergido en este mundo de la literatura en el año 2017.
La agencia Funeral Gayosso Félix Cuevas da un servicio excelente. Con todos estos años de existencia, viviendo en la colonia Del Valle la tuve que frecuentar por la partida de amigos, familiares, conocidos y en algunas ocasiones sin motivo alguno entré a la cafetería a consumir como restaurante o tomar un café y escribir poesía. Es un espacio donde se olfatea la muerte, se siente el dolor de muchas personas y entre la poesía, las capillas, el luto en la ropa, negro, negrísimo el llanto a distancia me concientiza de lo efímero que somos y me motivaba a escribir sobre cualquier otro tema también.

En 1972 entré a estudiar un año a la Escuela Mexicana Americana ubicada en Gabriel Mancera. Recuerdo perfectamente que nuestro padre responsabilizó a mi hermano el “Willy” a que me pagara la escuela. En ese entonces el trabajo de nuestro padre era una Dirección en la Secretaria de Recursos Hidráulicos que estaba en el centro de la Ciudad de México, arriba del hoy metro Juárez. Siguen las oficinas pero ahora son del Metro. Mi hermano entró a trabajar ahí y terminó su tesis en el Instituto Politécnico Nacional, esa idea de nuestro padre fue  un código especial entre los varones de la familia.

La Colonia del Valle está plagada de escuelas particulares con prestigio y oficiales también; por ejemplo el CUM (Centro Universitario México), el Moderno, Luz Brigas, Hellen Keller, Nuevo Continente y en la misma esquina el Colegio de Bachilleres Plantel 20. Hoy algunos de estos colegios han desaparecido pero las instalaciones se usan para otros planteles educativos. La colonia ha tenido una urbanización progresiva en edificios y una economía positiva en lo social y educativo, en esas aulas han estudiado una gran cantidad de personalidades en todos los ámbitos sociales. Durante un año pasé a diario por Gayosso de los 12 a los 13 años debido a que tomaba el camión o simplemente caminaba cuando tenía ganas. Todo un año diariamente me venía al pensamiento el recuerdo de mi madre, que sin darme cuenta iba cicatrizando el dolor, entré a un estado de conciencia de un pequeño adolescente. A diario me bajaba del camión en Ángel Urraza, hoy el eje 6 y en la esquina actualmente está un OXXO, en esos años era la tienda de Doña Lucha y en ese edificio vivieron muchos de los vecinos de entonces: Francisco y Carlos Bardasano Montaño de mi generación, pero falta Juan, Andrés y Enrique mayores que yo, de hecho recuerdo que Andrés falleció buceando y fue toda una tragedia. Los Lobato Lara: el Memo (Sandion), Mario, Jaime, el Güero, Lili. Luego Manolo Jardón y su hermano Ángel el mayor es amigo de mi hermano Willy que llegaba en un Dinalpin guinda  hermoso automóvil.
En ese edificio en la parte comercial existió una carpintería de Esteban Calvillo carpintero que gustaba de tocar la guitarra y cantar, por cierto recuerdo que un tiempo vivió un guionista del programa Chiquilladas de Televisa conocido como el Pollo y ahí a unas cuadras entre Nicolás San Juan y San Borja vivió la niña lucerito hoy la imponente Lucero. En contra esquina de Doña Lucha vivían los Alonso Ripoll: Rafael, Pablo, Anaís, Manolo, y Nico el hermano mayor se casó con la chica de la “Farmacia Chely” y en el lado de la farmacia en la primer casa vivían Nora y Edna Hackman y su hermano el hoy mago Hackman. Los Rodríguez Garza Álvaro: Pancho, Marco Antonio, Gustavo, Laura, Rocío, la Yoyis. Los Zamora: Andrés, Pancho y Marcia. Pepe Peñaloza. Los Recinas Rangel: Pancho, Ignacio, Tere, Leticia. Los Góngora: Carlitos y Rocío. Todos los varones no importando las generaciones nos poníamos a jugar futbol soccer o tochito cuando era temporada.
El futbol soccer se jugaba a veces en la madrugada a las 2 o 3 de la mañana, al lado de las oficinas entonces del PAN (Partido de Acción Nacional) que estaban en Ángel Urraza 812  esquina López Cotilla. Por esos años era una cerrada, en los años 70 la Colonia del Valle estaba plagada de artistas de todos los géneros: científicos, deportistas, políticos, escritores y personajes de lo más interesante que uno pueda esperarse.  

LA MUERTE EN UN SUSPIRO
Autor: Fernando Emilio Saavedra Palma.
Para: Los que han partido.

Llegué a Gayosso de ocho años un niño
lloré y lloré y no supe nunca que pasó
la angustia ansiedad fue un todo
un gigantesco todo en un pequeño.

Con los años supe que fue la muerte en un suspiro
y no sé si suspirando se fue mejorando mi llanto  
más la vida efímera se va en un recuerdo dolido
se va en una vida amada suspiro tras suspiro.

La agencia funeral Gayosso
es la muerte en un suspiro
suspirándonos unos a otros en todo
levanto mi taza de café y suspiro el luto.

La muerte es un suspiro
la vida es un suspiro
la respiración es un suspiro
y hoy te amo suspiro tras suspiro.



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