OSCAR PASCUAL LAMMOGLIA LEMINI

Entrevista realizada por: Juan Cervera Sanchís.

Del libro inédito Ajedrez: Pasión y Misterio.

Oscar Pascual Lammoglia Lemini nació el 23 de mayo de 1952 en el Distrito Federal. Hijo de madre y padre italianos. Estudió la carrera de ingeniero químico en la UNAM. Es fundador y director del Instituto Latino de México, A.C. con domicilio en Juárez número 4, col. San Pablo Tepetlapa, D.F.

Instituto Latino de México.

El ingeniero Lammoglia Lemini nos confiesa su pasión, y lo que es más, su fe en el ajedrez, que comparte con el cultivo de las matemáticas. Nada más al iniciar la plática le preguntamos:

-¿Cómo fue que usted comenzó a interesarse en el juego de ajedrez?

-Primer punto por el que a mí me interesó el ajedrez: genera un mecanismo de razonamiento. Segundo punto: genera un nivel de competencia. Tercer punto: ordena una ruta de resolución.

-Sí, hasta un cierto punto. Me explico. Yo creo que puede ser negativo cuando se llega a un nivel en donde se desvaloriza el estudio, familia, trabajo, por el ajedrez, y lo creo desde el punto de vista de que sepamos que se trata de un juego que nos ayuda a realizarnos íntegramente.

-¿Nada más que un juego es el ajedrez? En mis conversaciones con los hombres del ajedrez en México, más de uno me ha dicho que es toda una filosofía de vida.

 ¿Qué me responde usted a esto?

-Que definitivamente es un juego. Sin embargo, lo grande que tiene el ajedrez es que es el arte de la defensa y el ataque.

Ajedrez el arte de la defensa y el ataque.

Dentro de esta gran ventaja del arte de la defensa y el ataque es que no necesita de una habilidad manual, sino intelectual –estrategia-. Ahora, dentro de lo negativo, cuando esa estrategia se utiliza como un sistema, ya no hay razonamiento ni creatividad. El ajedrez es como el deporte, bueno en sí, pero si todo el día está uno ejercitando se descuidan otros aspectos muy importantes de la vida.

-Usted, ingeniero Lammoglia Lemini, como director del Instituto Latino de México, suele organizar torneos de ajedrez entre los alumnos y los profesores de dicho plantel, ¿cuáles son los resultados?

-Primer resultado positivo: la valoración propia dentro de los alumnos. Segundo: aprenden a llevar un razonamiento adecuado ante algún problema que se les genere. Yo pienso que el problema principal dentro de la juventud es la falta de oportunidad para realizarse intelectualmente. No es tanto el aprendizaje, sino la capacidad para seguir aprendiendo. Para que la mente humana continúe creciendo, ya sea dentro del ajedrez u otro campo, es necesario romper con las redes del sistema.

-¿Qué piensa usted, en términos generales, de los sistemas de enseñanza en México?

-Los sistemas de enseñanza en México son repetitivos y de memoria, anacrónicos, cuando lo importante dentro del aprendizaje es el uso del razonamiento, pues sí se razona algo es difícil de olvidar en el aprendizaje. El ajedrez nos ayuda a razonar.

-¿Pondría usted el ajedrez como materia obligatoria en las escuelas desde la primaria al igual que la educación física, por ejemplo?

-Definitivamente sí. Y lo pondría por el desarrollo intelectual que adquirirían los niños. Así como buscamos un desarrollo del cuerpo con la educación física debemos buscar un desarrollo de la mente con el sistema de razonamiento que es el ajedrez.

Le digo esto porque hay otros sistemas de razonamiento aparte del ajedrez e igualmente muy eficaces, como son las matemáticas.   

 Las Matemáticas sistemas de razonamiento.

-Tocando otros puntos relacionados con el ajedrez ¿Piensa usted que sirve también para relajarse?

-Es muy importante para los jóvenes ese relajamiento natural que el ajedrez proporciona a su mentes hiperactivas, pues los ayuda a tener una mayor concentración durante más tiempo del que suelen utilizar en otro tipo de actividades.

-En conclusión, ingeniero Lammoglia, ¿qué resultado generaría introducir en el proyecto educativo de la nuevas generaciones mexicanas el juego de ajedrez como materia obligatoria?

-Como primer punto mejoraría diametralmente el proceso de aprendizaje y los niveles de estudio serían de mayor calidad. Segundo punto: generaría torneos internacionales en el país en general, asunto que redundaría en beneficio de todos.

-¿Cree usted que en diez o quince años, México podría tener un campeón del mundo de ajedrez?

-Yo creo que no. Y no se trataría de sacar campeones del mundo de ajedrez, eso es falso y equivocó, sino de desarrollar mexicanos cuyo razonamiento se caracterice por su calidad, su agudeza y su amplitud, así pues, por añadidura, no podemos descartar la posibilidad de que surja entre ellos el Carlos Torre Repetto del siglo XXI. Lo que sí sería una realidad, de cualquier manera, es que México en unos años tendría jugadores de más alto nivel.