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domingo, 10 de febrero de 2013

Ilustración por: Fernando Emilio Saavedra Palma, del libro inédito Ajedrez Urbano 100% Mexicano. ALFONSO FERRIZ CARRASQUEDO. Autor: Juan Cervera Sanchís.


ILUSTRACION ELABORADA POR: Fernando Emilio Saavedra Palma.
Ilustración por: Fernando Emilio Saavedra Palma, del libro inédito Ajedrez Urbano 100% Mexicano.
ALFONSO FERRIZ CARRASQUEDO.
Autor: Juan Cervera Sanchís.
 
PROPUESTA EDITORIAL PARA EL GOBIERNO DEL DISTRITO FEDERAL EN LA JEFATURA DE MIGUEL ANGEL MANCERA.
 
 3.- M.N. ALFONSO FERRIZ CARRASQUEDO
Don Alfonso Ferriz Carrasquedo, ingeniero químico y experto en ciencias de la administración, con maestrías y doctorados de los que no necesita presumir, es, por sobre todo, un vibrante y joven ser humano de 82 años de edad, incansable, estudioso, animoso y realmente carismático.
-Vine al mundo, nos recuerda, el 25 de noviembre de 1920 en la ciudad de México. Comencé a jugar ajedrez a los 8 años de edad. En mi casa toda la familia jugaba ajedrez.
La gran pasión de su vida es el ajedrez, donde advertimos que ha encontrado el elixir de la juventud.
-El primer libro de ajedrez que leí, nos comenta, fue el titulado Análisis del juego de ajedrez, de Philidor, y la primera vez que participé en un torneo, de segunda fuerza, fue en el Club de Ajedrez de Tacubaya, quede en último lugar. Esto en vez de desanimarme me estimuló. Volví a participar y gané.
-Don Alfonso, todo el mundo habla de su biblioteca, se dice que es la más importante en materia ajedrecística que hay en México, ¿con cuántos ejemplares cuenta?
Con cinco mil. Sin duda es la más importante, no sólo de México, sino de Latinoamérica.
-De cuántos libros se han escrito de ajedrez, si un joven deseoso de aprender le solicitara que le recomendara tres títulos, ¿cuáles le recomendaría?
-Combinaciones, de Richter, Mis mejores partidas, de Alekhine, y Mil combinaciones, de Reinfield, pero hoy, desde luego, tenemos ya métodos basados en un montón de libros.
-Háblenos de su escuela de ajedrez, a la que los amantes del juego consideran justamente un santuario.
-Le agradezco lo de santuario. La Escuela Nacional de Ajedrez, que yo dirijo se derivó del que fuera Club México. Creamos el Método Tlamatinimeh, “hombre con rostro”. Siempre nos hemos preocupado porque los muchachos no se enajenen con el ajedrez, sino porque se desarrollen integralmente. Hemos tenido mucho cuidado en seleccionar a los maestros. Se tiene que enseñar la parte positiva del ajedrez.
-¿Cuál es la parte positiva del ajedrez?
-Enseñar a los alumnos la actitud correcta ante el juego. Es decir. Voluntad de vencer y autoestima.
-¿La parte negativa?
-Jugar de apuesta. Eso le da un enfoque diferente al juego. El problema del ajedrez es que se maneje un mundo en un tablero y el hombre es feliz porque ahí tiene todo el poder del mundo.
-¿Cuál es el problema de los ajedrecistas en México?
-Los muchachos hacen un esfuerzo descomunal para llegar a ser maestros internacionales, lo que equivale a hacer una maestría o un doctorado en cualquier otra carrera, pero tras obtener el título se encuentran con que no pueden sostener una familia, lo que es enormemente frustrante. En alcohólicos anónimos aseguran que la mayoría resultan de las frustraciones en el trabajo.
-¿Y qué sucede con nuestros maestros internacionales de ajedrez y sus frustraciones económicas?
-Se van fácilmente al alcohol. Le hablaré del alcohol. Siempre se había creído que el alcohol mata millones de neuronas en cada borrachera. Alekhine que fue bebedor y por tal causa perdió el campeonato del mundo, pues bajó su rating de juego, lo recobró después de dejar durante dos años de beber, lo que vino a demostrarnos que el cerebro, si dejamos de beber, en dos años, se recupera.
-Interesantísimo, don Alfonso. ¿Qué es el ajedrez?
-Es un deporte, es un arte y una ciencia.
-¿Por qué cree usted que hay tan pocas mujeres ajedrecistas?
-La verdad es que el noventa y nueve por ciento de los jugadores son hombres y apenas un uno por ciento mujeres. Es sabido que el hombre la goza cada vez que mata al rey, que es una figura paterna. Fue así que Lezio Polgar, gran psicólogo, en vez de enseñar el ajedrez como batalla a muerte, en que había que acabar con el rey, enseñó a sus hijas a jugar ajedrez desde la visión y la realización artística. El ajedrez como obra de arte y no como una contienda a vida o muerte.
-¿Cuál fue el resultado?
-Que sus hijas se convirtieron en grandes jugadoras de ajedrez.
Zsuzsa es campeona del mundo. Judith, está entre los diez primeros jugadores del mundo. Sofía, que también es una gran jugadora, y la más feliz y creativa, decidió crear una bella familia.
-¿Quién ha sido para usted el más grande ajedrecista de México?
-Carlos Torre Repetto.
-¿Actuales?
-Gilberto Hernández, Marcel Sisniega, Rafael Espinoza, Guil Russek. Son los que más admiro.
-¿Cómo va su escuela de ajedrez?
-Vamos muy bien. A más de nuestra escuela matriz en Laurel número 33 de Santa María de la Rivera, hemos abierto una más en Valle de Tamesí 64, Col. Aragón.
-¿Con qué número de alumnos cuentan?
Enseñamos a más de mil alumnos, pues damos también clases en escuelas.
-¿Sigue usted participando en torneos?
-Sí. He sido ocho veces campeón del D.F. y seis veces subcampeón nacional.
-¿A qué edad alcanza su plenitud el jugador de ajedrez?
-A los 30 años de edad. Rating que se puede mantener hasta los 50. A partir de los 60 se inicia el declive, lo que es natural. Se han estudiado los rating a partir de los 10 años de edad y su crecimiento máximo hasta los 30. Altura que puede sostenerse, como le digo, hasta los 50, con la experiencia, el estudio contínuo de la teoría, la actitud y una buena salud.
-¿Quiénes han sido para usted los tres más grandes jugadores de la historia del ajedrez?
-Yo no diría los más grandes. Digo mis favoritos. Son Alekhine, Tal y Bronstein.
 
ajedrez21.com
David Iónovich Bronstein
, en ruso Дави́д Ио́нович Бронште́йн (Bila Tserkva, RSS de Ucrania, 19 de febrero de 1924 - Minsk, Bielorrusia, 5 de diciembre de 2006) fue un famoso Gran Maestro de ajedrez y escritor. Subcampeón del Mundo de ajedrez en 1951.
Fue descrito como un genio creativo y un maestro táctico. Su obra demuestra que el ajedrez debe ser considerado un arte tanto como una ciencia.
 
 
 
 
 
 
 

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